El presidente Mauricio Macri continúa su campaña por la reelección, mientras tanto la economía sigue sin responder y no se ve una estrategia clara. ¿Qué pasa si vuelve a ganar Cambiemos?.

Estamos muy cerca de las elecciones presidenciales y todos los números de la economía están en rojo: el riesgo país sigue subiendo, crece la pobreza, el dólar está planchado (por decisión pero no porque las finanzas se hayan acomodado),inflación galopante, refinanciamiento de la deuda con el FMI y el gobierno ya consumió el 75% del crédito que pidió.

Durante estos 4 años fue una característica muy marcada del gobierno tomar decisiones y revocarlas cuando resultaban extremadamente polémicas, aunque sea desde el discurso porque si investigamos qué sucedió con algunas de esas resoluciones nos damos cuenta que en realidad frenaron todo, el ejemplo más claro de esto son las pensiones por discapacidad que finalmente no las sacaron pero tampoco se adjudicaron nuevas y los expedientes duermen el sueño de los justos. 

No voy a dispersarme más, estas últimas semanas el presidente empezó a hacer diferentes anuncios económicos, por un lado estuvo el acuerdo del Mercosur con la Unión Europea que se lanzó con bombos y platillos pero aún falta que lo ratifiquen todos los países de la unión. De hecho bastó que Macrón dijera que iba participar de este acuerdo para enfrentar el enojo de agricultores y ecologistas franceses.

Por otro lado, luego de arruinar a las industrias regionales con la apertura de las importaciones, ahora Macri anunció que sacarán las retenciones a más de 200 productos de esas industrias. Insólito, ¿no?.

También, en la celebración del Día Internacional de las pymes, el primer mandatario anunció que trabaja para alcanzar un tratado de libre comercio con Estados Unidos. Esto sería el golpe de gracia para la industria la cual se ve imposibilitada de competir ante una mayor apertura del mercado interno y, si bien bien los números varían, se estima que más de 9000 empresas cerraron en los últimos años. Cuando decimos que la industria argentina está imposibilitada de competir, no vamos a caer en el discurso neoliberal de asegurar que esto sucede porque el trabajador argentino es caro, sino que apuntamos directamente a que ante la suba del dólar se hace imposible invertir, comprar tecnología y afrontar los gastos de los servicios para montar cualquier emprendimiento. Sumado a la falta de incentivo por parte del estado.

Por último tenemos una reforma jubilatoria que salió a medias, y la reforma laboral quedó en el tintero pero si gana Cambiemos van a estar obligados a sacarla por el acuerdo con el Fondo. Mientras tanto la desocupación y el aumento del trabajo no registrado, que afecta directamente a los más jóvenes, amenaza el sistema solidario de seguridad social que está armado sobre la base de aportes de los propios trabajadores y de los empleadores. Lo claro es que si se reduce el trabajo en blanco, se recauda menos y esto, no solo, afecta a los jubilados actuales y sus futuros aumentos que deben hacerse por ley, sino que pone en peligro el retiro de todos los que actualmente somos trabajadores activos. Pareciera ser que la única solución a este problema sería la extensión de la edad jubilatoria. ¿Casualidad? No.El modelo es cuadrado, histórico y mundial, sino pregúntale a lo brasileños.

Este es un breve repaso del fracaso económico del gobierno de Mauricio Macri, aunque a título personal afirmo que ellos vinieron a hacer lo que están haciendo, dejando un futuro de incertidumbre y de total condicionamiento para los próximo años.