La situación en torno a la empresa Flybondi continúa en el foco de atención, debido a que, hace pocos días, uno de sus aviones no pudo despegar, y el pilotó definió la cancelación del vuelo debido a que la nave rozó la pista con su parte trasera, en el Aeropuerto de Puerto Iguazú.

Ante ello, la fiscalía federal a cargo de Jorge Di Lello presentó un pedido de medida cautelar para la suspensión de los vuelos.

Dicha presentación fue hecha ante el juzgado a cargo de Serio Torres, pero, durante el receso judicial, el mismo se encuentra a cargo del juez Claudio Bonadío.

Bonadío resolvió entonces que dicha cautelar debe ser presentada en lo contencioso administrativo en San Martín, argumentando que es quien tiene competencia en lo relacionado a las low cost en el aeropuerto de El Palomar.

Dicho pedido de medida cautelar, firmado por el fiscal Franco Picardi, aunque redactado por Di Lello, solicita “disponer de manera cautelar la suspensión de las operaciones, hasta tanto se constate de forma fehaciente y de manera urgente si las premisas trazadas en su momento” “se han cumplido”.

Por otra parte, pide constatar si “se están llevando a cabo controles regulares, tanto de la seguridad en las terminales, la de los pasajeros, como de las unidades utilizadas”.

Finalmente, resolver si ante los desperfectos “acontecidos con anterioridad y al reciente, la junta de investigación de accidentes aéreos, ha emitido algún dictamen respecto de ello”.