Un insólito momento se vivió en un restaurat de Córdoba capital: Una familia de turistas denunció en sus redes sociales que intentaron hacerles el ''cuento del tío'' en un local de Casa Grande llamado “Parrilla El Bosque”.

La familia - integrada por tres adultos y dos menores- se sentaron a almorzar y si bien al leer el menú les pareció que los platos estaban "un poco caros" decidieron ordenar igualmente.

Sin embargo, cuando llegó el ticket con la cuenta se desató un verdadero escándalo: la familia descubrió que había un particular "error" en la factura. 

Según el ticket, deberían casi $ 8 mil cuando ellos habian calculado que sería al menos $ 2 mil menos. Al chequearlo, los montos cobrados por el restaurant no coincidían con lo que ellos habían visto en la carta .

“Obvio que vimos la carta antes de sentarnos. Los precios nos parecían accesibles porque entendimos que por la pandemia y la falta de trabajo las cosas iban a estar un poco caras, pero lo podíamos pagar. Al momento de abonar la cuenta comenzó los problemas: los precios de la factura no coincidían con la carta y nos querían cobrar extras como 420 pesos por agregarle crema a los fideos y otros 200 por la crema del flan”, contó Florencia , una de las perjudicadas, a La Estafeta .

Córdoba: Fueron a cenar a un restaurant y al llegar la cuenta descubrieron que eran víctimas de un ''cuento del tío''

Según denunciaron en la cuenta figuraban costos que no estaban aclarados en la carta. “También nos decían que las milanesas no venían con papas, pero en la carta figuraba con fritas. Más allá de que el monto final era una locura, lo cierto es que había precios que no estaban especificados en la carta. Nosotros habíamos hecho un cálculo previo para pagar unos 1.200 por adulto y nos querían cobrar casi 2.000”.

Sin embargo todo empeoró ya que no se trató de una simple confusión: al hacer el reclamo, el encargado les dijo que eran ellos los que estaban equivocados y les mostró la supuesta “carta”. Allí fue cuando la familia descubrió que le acababan de dar un menú que no era el mismo que les entregaron al llegar.

“Me dijeron que estaba equivocada, que lo tenía que pagar o llamaban a la Policía, a lo cual yo no tenía ningún inconveniente de que viniera. En plena discusión agarramos una carta que estaba en la mesa de unos chicos que recién se sentaban, parala comparar con la que nos dio el encargado, y nos damos cuenta que tenía los precios que habíamos visto cuando pedimos la comida. Llegamos a la conclusión de que tenían dos cartas: una para cuando pedís y otra para cuando pagás”, agregó Florencia.

Finalmente, la familia se fue abonando el total que daba según la primera carta que había visto. “Nos vamos a asesorar y vamos a hacer la denuncia. Pasamos una mañana linda y nos arruinaron la tarde. El encargado se quiso aprovechar por ser turistas. De la chica que nos atendió, no tenemos nada para decir, nos trató excelente”, sentenció la joven.

Fuente: Crónica.com.ar