Los contagios y las muertes en la Ciudad de Buenos Aires continúan en ascenso. El gobierno porteño registra una tasa de mortalidad en aumento de 951 fallecidos por millón de habitantes. Con estas estadísticas, está a punto de superar a San Pablo, la ciudad más grande de Brasil, donde la tasa de mortalidad por millón de habitantes es de 1005 fallecidos.

Si estos datos se comparan con registros anteriores de mortalidad por Covid-19 en CABA, el incremento es sostenido y alarmante. Según Martín Barrionuevo, senador provincial por Corrientes, quien realiza un seguimiento estadístico del coronavirus desde iniciada la pandemia: el 31 de agosto la tasa de mortalidad en CABA era de 709 fallecidos por millón de habitantes (pmh); el 6 de septiembre alcanzó los 780 fallecidos (pmh); y el 19 de septiembre llegó al registro de 936 fallecidos (pmh).

Según el parte oficial emitido ayer por el Ministerio de Salud de Nación, la Ciudad de Buenos Aires registró 678 nuevos contagios y 30 muertos por Covid-19. Si bien las autoridades porteñas, encabezadas por Horacio Rodríguez Larreta, plantean “un amesetamiento en la curva de contagios”, los casos siguen en ascenso y las muertes por millón de habitantes también.

De acuerdo a las métricas aportadas por el bioinformático de la Universidad Nacional de Córdoba, Rodrígo Quiroga, quien viene realizando un detalle exhaustivo de las estadísticas del coronavirus, “la Ciudad tendrá más fallecidos por millón de habitantes que San Pablo en 2 o 3 días, debido al costo de la estrategia” adoptada por el gobierno porteño.

Para comprender un poco mejor la comparación entre ambas ciudades, Quiroga explica en su twitter: “CABA tiene el doble de población mayor a 65 años que San Pablo, pero también es cierto que en ambas ciudades el 75% de los fallecidos son mayores de 65. Es decir, las tasas de letalidad cada millón de habitantes son comparables”.


Por otro lado, desde la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva siguen advirtiendo por la saturación del sistema sanitario en la Ciudad de Buenos Aires.

Un muestreo realizado entre 25 instituciones de salud porteña, 7 públicas y 18 privadas, arroja un 88% de ocupación de camas de terapia intensiva.

En el sector público, se ve un marcado ascenso en la utilización de las Unidades de Terapia Intensiva: el registro alcanza el 91% de ocupación; mientras que en el sector privado los datos no son menos alarmantes ya que el muestreo establece un 87% de ocupación.

A la saturación de las camas de terapia intensiva en algunas instituciones públicas y privadas se le suma el agotamiento de los trabajadores de la salud, quienes vienen reclamando ante el gobierno porteño por la mala calidad de los recursos e insumos para combatir la pandemia.

Ayer por la tarde, en el Día de la Sanidad, enfermeros y enfermeras de distintos centros de salud se movilizaron a la legislatura porteña con un petitorio donde reclaman por el reconocimiento como profesionales de la salud. Esto se debe a que el gobierno porteño, a través de un proyecto de Ley impulsado por Horacio Rodríguez Larreta, declara a los enfermeros como empleados administrativos y no como profesionales sanitarios, lo cual implica una flexibilización laboral, además de la falta de reconocimiento por las tareas de sanidad que realizan.

En el marco de este reclamo, la Policía de la Ciudad reprimió a los trabajadores de la salud. Norma Romero, enfermera del Hospital Ramón Sardá, fue golpeada en la cabeza por un efectivo porteño. "Fuimos agredidos cuando quisimos entrar a la legislatura, me golpearon con el puño cerrado. Un policía me golpeó en el estómago y en la cabeza", detalló Norma, luego de la brutal represión sufrida en las puertas de la legislatura porteña.

A pesar de la advertencia por el riesgo de contagio esgrimida por infectólogos, sanitaristas y trabajadores de la salud, el gobierno porteño continúa adelante con su política de aperturas en medio de un panorama sanitario cada vez más complicado, que se acerca rápidamente al escenario triste de Brasil.