Como se sabe, los ocho imputados por el asesinato de Fernández Báez Sosa recibieron condenas por parte del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 1 de Dolores: cinco a prisión perpetua, por homicidio agravado, y tres a 15 años de cárcel, hallado partícipes necesarios del crimen.

Entre los últimos están Ayrton Viollaz (23 años), Blas Cinalli (21) y Lucas Pertossi (23). Mientras que Máximo Thomsen (23), al igual que Ciro Pertossi (22), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23) y Luciano Pertossi (21), fueron quienes recibieron las condenas más duras.

Sin embargo, Thomsen, señalado como autor material de los golpes mortales en la cabeza de Fernando y más “publicidad” ha tenido en el caso, no tendría el mismo destino carcelario que los otros cuatro, según trascendidos del Servicio Penitenciario.

Es que desde ese organismo se teme que, debido a las razones mencionadas, el resto de los reclusos de la cárcel donde pudiere enviárselo definitivamente, temen represalias contra el condenado, con eventual riesgo de vida.

Según los informes psicológicos en los que se basa el sistema de cárceles, no sería necesario que los jóvenes condenados sean enviados a penales de máxima seguridad, pero no obstante ese podría ser el destino de Thomsen, con el objetivo de “resguardar su seguridad”, precisaron las fuentes.

Qué pide la defensa

Por su parte, el abogado de los rugbiers, Hugo Tomei, pretende que todos sean trasladados de la alcaldía de Melchor Romero, donde pasaron 3 años esperando el juicio, al penal de Campana, con el objetivo de que estén más cerca de sus familias, todas residentes en Zarate.

Fuente: Minuto Uno