La tercera jornada del juicio contra Julieta Silva se preveía más tranquila que las anteriores. Después de que el martes declarara la mujer imputada por arrollar y matar a su novio Genaro Fortunato a la salida de un boliche en San Rafael y el miércoles lo hiciera un cuidacoches -el testigo más importante de la causa porque vio qué pasó en la madrugada del 9 de setiembre frente al local Mona Bar- este jueves estaba prevista la declaración de peritos y oftalmólogos.

Sin embargo todo cambió segundos después de comenzar la audiencia. El pedido del fiscal Fernando Guzzo al tribunal para cancelar la reconstrucción del hecho, programada para el miércoles 22 a la noche, desató un fuerte cruce con la defensa de la mujer de 30 años.

"Deberíamos ponernos en los ojos de la imputada y le estaríamos dando crédito a lo que dijo", argumentó Guzzo. Esa reconstrucción se iba a realizar con la presencia de las partes (Fiscalía, querella y defensa) y los miembros del tribunal. Todos tendrían que haber utilizado anteojos especiales para alcanzar el grado de astigmatismo que padece Silva mientras los bomberos intentarían simular las condiciones climáticas de esa noche, donde la lluvia fue un factor importante.

Fuente: Clarín

Para realizar su solicitud, el fiscal en jefe de Homicidios de Mendoza puso un ejemplo que generó sorpresa: "Sería como si una mujer sufre lesiones graves o gravísimas como consecuencia de un aborto clandestino, que para tratar de explicarle al tribunal, en caso de que estuviese compuesto por mujeres, le pidiéramos a un juez que se someta a un aborto clandestino, para ver cómo es".

obre Silva pesan dos imputaciones: homicidio simple con dolo eventual, con una pena que va entre los 8 y 25 años de prisión; y homicidio culposo agravado, que estipula una condena máxima de 5 años.

Guzzo explicó que cualquiera sea la decisión del tribunal, será apelada por una de las partes y podría llegar incluso a la Corte Suprema. "Vamos a ir a la Corte y pedirle a los jueces que también se pongan los anteojos. Es inverosímil", lanzó el fiscal. Y agregó: "Es una prueba diabólica que puede perjudicar seriamente a Silva".

La querella se sumó al pedido de la Fiscalía, pero la defensa de Silva, a cargo de Alejandro Cazabán, salió con los tapones de punta. El exministro de Seguridad de la provincia cuyana recordó que fue el Ministerio Público el que ofreció esa prueba que hoy rechazó. "Nadie puede alegar torpeza propia", afirmó.

"Estamos buscando la percepción del tribunal. Que pueda percibir la patología visual de Silva, mirando de frente y a la izquierda", explicó el abogado de la mujer, que siguió atentamente y en silencio todo el debate.