Verónica González (49), la mujer que reclama justicia hace más de siete años por el asesinato de su hijo de 12 en su casa de Miramar, fue detenida en los últimos días por la brutal golpiza que le produjo la muerte a su marido, Carlos Bustamante (66).

En noviembre de 2011, Gastón Bustamante, hijo de ambos, apareció muerto, golpeado y asfixiado en su cama. Su madre, que fue quien radicó la denuncia en su momento, dijo que llegó a su casa y lo encontró así en la habitación que ella y su pareja decidieron conservar intacta como un recuerdo. El crimen sigue impune y la causa está frenada.

Este viernes, en la misma casa ubicada en la calle 27 entre 46 y 48, Carlos Bustamante fue víctima de un salvaje ataque que, de acuerdo con el informe preliminar de la autopsia, le produjo politraumatismos en la cabeza, una fractura de cráneo y de mandíbula y un edema cerebral que le causó la muerte tras 24 horas de agonía en el Hospital Interzonal de Agudos de Mar del Plata (HIGA). El hombre había sido encontrado con un cuadro de hipotermia y hay indicios de que fue golpeado en dos lapsos de tiempo diferentes, la primera, probablemente mientras dormía.

La propia González fue quien llamó para denunciar lo que había pasado, pero como su explicación a la policía no coincidió con el análisis que hicieron los peritos en la escena del crimen, la fiscal Florencia Salas, a cargo de la causa, resolvió que sea detenida en el Destacamento Femenino del penal de Batán.

La mujer, imputada por "homicidio agravado por el vínculo", que se había negado a declarar cuando fue detenida y está medicada por padecer una patología psiquiátrica, será indagada el martes. 

Fuente: Infobae