Al día siguiente que el Senado votara seguir manteniendo el statu quo de los abortos clandestinos en nuestro país, la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro, y Gratuito se pronunció en un contundente comunicado. Entre otras cuestiones, dijeron:

“Desde ahora, cada muerta y cada presa por abortar será responsabilidad del Poder Ejecutivo Nacional y de lxs 40 senadoras y senadores, integrantes del Poder Legislativo, que se abstuvieron o votaron en contra de nuestro derecho a la vida, a la salud y al reconocimiento de nuestra dignidad. 
Llamamos a no votar candidatos/as que nos hayan negado o que se hayan posicionado contra nuestro derecho a decidir, a la vez que instamos a cada partido político a que incluya en su plataforma electoral, rumbo a las elecciones de 2019, la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, porque es la demanda de mayor consenso del movimiento de mujeres, lesbianas, travestis y trans y feminista que representa a la mayoría de la población del país”. 

Es decir, llamaron directamente a no votar a aquellos que alzaron su mano para convalidar que el aborto siga siendo ilegal. Esto abre innumerables interrogantes, sobre todo porque de ambos lados de la “grieta” hubo diputados y senadores a favor y en contra. 
Según una infografía que publicó #LaGarcía los senadores del FPV votaron 89% a favor y 11% en contra; El Pro 60% en contra y 40% a favor; El Justicialismo 50% en contra, 39% a favor y un 11% sin definir; la UCR 73% en contra y 27% a favor. 
El 40 por ciento del electorado en 2019 va a ser menor de 30 años ¿cómo votarán esos varones y mujeres que hicieron del pañuelo verde su bandera de lucha?
Esos mismos pibes que colmaron las calles el último miércoles, cuando desde temprano, grupos de amigas, de militancia, madres con sus hijos, compañeras de colegio, de trabajo iban llegando a la zona del Congreso. En los escenarios y las carpas de la Campaña por el Aborto Legal desfilaron actrices, cantantes, poetas, periodistas. La lluvia no opacó la vigilia. Por segunda vez en menos de dos meses, medio millón de mujeres llenaron las calles. Vinieron cientos de micros de todas las provincias. Entre ellas vino de Bahía Blanca Sofía Franef, una de las cinco militantes que fueron detenidas el martes en su ciudad tras realizar una pintada. Sofía, junto a sus compañeras, estuvo en un calabozo incomunicada durante 10 horas. “El mayor miedo que tenía era no poder venir al Congreso junto a mis compañeras”, contó. Elsa Schvartzman, una de las pioneras por el Aborto, que caminaba entre las miles, dijo que “tenemos la fortaleza que nos dan los años de la lucha y la renovación de las jóvenes. No nos van a calmar, no nos van a callar, no nos van a ganar. Nosotras estamos en las calles y nuestros números son estos”.
Esa noche no sería de festejo. Pero tampoco de derrota. Ellas lo saben: los pañuelos verdes ya son parte del paisaje urbano. El año que viene, será la primera vez que muchas emitan su voto por primera vez. El “clivaje aborto” será clave para la conformación de listas y alianzas electorales en 2019. Las pibas llevan tatuado en su memoria los nombres de los diputados y senadores que en este 2018 no estuvieron a la altura de la realidad. Quedarán en la historia como una pequeña anécdota, como una foto en blanco y negro en medio de una película en color verde, que avanza como una marea imparable. El aborto será legal porque el patriarcado ya se está cayendo. El reloj ya comenzó el tiempo de descuento.