Juan Cruz Rodríguez es el joven guía de montaña que encontró los cuerpos de los andinistas Leroy Villa y Nicolás Ibaceta, quienes estuvieron perdidos en el Cerro El Plata durante 25 años. Luego de esta experiencia inolvidable para él y para muchos, nombró esa ruta como "Variante Leroy- Nico".
 

ESCALOFRIANTE: El testimonio del joven guía de montaña que encontró los cuerpos de los andinistas


La semana pasada, Juan Cruz volvió a subir el Cerro eEl Plata junto con los policías de la Patrulla de Rescate quienes finalmente, luego de tres duros días de caminata, sacaron los cuerpos de los jóvenes de Uspallata que se perdieron en julio de 1996.
 

Todavía casi sin caer todo lo que había vivido, hizo un posteo en su Facebook en el que detalló paso a paso cómo fue esa expedición en solitario para hacer cumbre en el Cerro El Plata, pero que terminó con el hallazgo de los jóvenes de 21 y 22 años.
 

Juan Cruz Rodriguez

"Cerro Plata (5962msnm) en solitario. Ruta del Glaciar, "Variante Leroy - Nico" desviandome al filo a los 5600 aprox. Ante todo mucho respeto y agradecimiento al monte que tantos espacios de felicidad plena y alegría nos da, tanta incertidumbre acompaña y al final siempre volvemos con algo nuevo aprendido.

El sábado 17/04 aproximé hasta la base de la cara sur del Cerro Plata, pensando que iba a tener que elegir entre comer o derretir agua, porque estaba muy corto de gas, a las 14 hs llegando al circo glaciario empecé a escuchar que corría agua, instantáneamente se me llenó de alegría el cuerpo y empecé a buscar de dónde venía, el agua en estos lugares es sagrada, apareció en un tramo de 100 mts y después ya se ocultaba en la morenas, al lado nomás empecé a mover piedras para armar el vivac, mucho protector para el sol y a hidratar, todo el tiempo mirando la pared y buscando por dónde iba a pasar, la ruta ya la tenía en mente.
 

ESCALOFRIANTE: El testimonio del joven guía de montaña que encontró los cuerpos de los andinistas

Me pase laaargo rato calculando horarios para salir al pegue y que no me agarre el sol en el medio del glaciar ni tampoco que me agarre el amanecer en el filo (helado), resultó así que a las 2:45am puse la alarma para estar caminando a las 4 am del domingo. A las 18:30hs del sábado cené una sopa de fideos y a las 19hs ya estaba tratando de dormir (casi imposible por tanta incertidumbre).

Domingo 18/04, a las 3 me levanté y empecé a ver que el todo el glaciar se iluminaba de blanco cada 20 segundos, era por los truenos que había en la ciudad. Muy emocionado me calcé las koflach llenas de talco y a las 4:04 estaba caminando en ayunas para arriba. Fui hasta el coll del Nieveros, Plata, acarreo y desúés planchón de nieve. Cuando llego arriba me aguanto las ganas de comer y camino hasta el inicio del glaciar, 5:40 AM, puñado de pasas, puñado de maní y puñado de nueces, listo para empezar a subir. Nieve dura y fría, a puro zig-zag tratando de agarrar calor en los pies. 7 am saco foto y se me apaga el celu, se me helaban los dedos de la mano. 8:30 salió el sol, intenté ponerme protector, pero se me cayó para abajo. Se me venía un largo día de quemarme la cara.
 

ESCALOFRIANTE: El testimonio del joven guía de montaña que encontró los cuerpos de los andinistas

Seguí subiendo un poco más por el glaciar, pero se empezó a ablandar la nieve y cada paso costaba el doble, fue así que decidí tirarme al acarreo de la izquierda para salir al filo, camine 1 hora por el acarreo, descanse a las 9:30 am en una roca (5500 aprox) cagado de frío en las manos, puñado de pasas y a salirle al filo.

Hice algunos zig-zag por el acarreo mientras me reanimaba las manos, de pronto ví una varilla de una carpa, me resultó extraño pero seguí caminando para arriba. Dos zig-zag más y a la izquierda una tela rosada, ahí si me empecé a cuestionar algunas cosas. Pasaron unos segundos, dos pasos más y cuando miro al filo dónde iba a salir ví un bulto grande de colores y parecía que alguien me estaba mirando...listo, acá si me quedé sin aire y me empezó a dar muchísimo miedo. En este momento cambio todo mi pegue, ya me imaginaba toda la situación, cuando me acerco eran dos personas acostadas una al lado de la otra, cómo si hubieran intentado pasar la noche, realmente sentía que me estaban observando, y que sabían que yo estaba ahí, eran alma y cuerpo juntas, de verdad sentía que uno se iba a levantar, tuve mucho miedo y a la vez tristeza por el desamparo de esos chicos intentando pasar el pesto con algo de esperanza.

Dudas, shock y adrenalina todo junto, a la vez frío en todo el cuerpo porque en el filo (5600) pegaba firme el viento. Estuve 1 minuto pensando que alucinaba y el resto fue caer en la cuenta de que todo era real, decidí no quedarme más tiempo y salir lo antes posible a la cumbre para poder bajar a vallecitos y regresar a casa. En el filo se me empañaban los lentes, pero seguia igual tanteando y caminando, no quería parar ni un segundo. Cumbre a las 11 y desúés estuve toda la bajada pensando ¿quiénes habrán sido estos chicos?, ¿qué vida habrán tenido? ¿Cómo se llaman? ¿Hay alguien que sepa que están acá?

Fueron largas horas de caminar para abajo hablando solo y deseando llegar lo antes posible. 5 horas después llegé a los refugios, me crucé con amigos, pero no sabía cómo encarar la situación. Eran las 17 y se me hacía tarde para hacer dedo, mochi al hombro y a la calle a hacer dedo, me levantaron y me acercaron hasta antes del asfalto, y ahí me cruce unos compas de la escuela y me llevaron, "Maca y Stefa". A ellos les conté de esto y Maca instantáneamente me contó toda la historia y me decía: "Son ellos, son Nico y Leroy, los han buscado muchos años, no tengas miedo, lo que te acaba de ocurrir es un regalo de los apus del monte, vas a dejar a mucha gente tranquila y en paz". Nada más que decir.

Abrazos enormes para toda la gente que los conoció y compartió un rato con Nico y Leroy, sepan que lo estaban dando todo y estaban buscando un lugar para intentar pasar la noche o el día de pesto, la montaña decidió quedarselos un largo tiempo, hoy, fue momento de soltarlos para poder darle una oportunidad a la familia de despedirlos y verlos una última vez. Deseo paz para todas las personas que tanto los extrañaron y tanto los buscaron, y para la familia, que puedan cerrar este ciclo de espera en paz. Nico y Leroy, grandes Titanes del monte. Juampi y Aldi que son las estrellas que me acompañaron en todo el pegue. Gracias"