En un fallo histórico, la justicia condenó la participación civil que colaboró activamente con la dictadura militar.

Ex empresarios de Ford, fueron acusados y condenados por ser cómplices del secuestro y tortura de varios obreros. El Tribunal Oral Federal 1 de San Martín terminó condenando al ex jefe de la Manufactura de la planta, Héctor Sibilla y también a Santiago Riveros, extitular de Institutos Militares del Ejército.

Si bien la querella pedía más de 25 años de pena, finalmente fueron de 10 y 12 años. Igualmente, significó un antes y un después en las condenas relacionadas a las causas de lesa humanidad, ocurridas en la última dictadura militar.

El fallo demostró la participación de civiles y empresarios en el secuestro y tortura de 24 obreros de la planta de Ford en General Pacheco, lo cual la ubicó como otro Centro Clandestino de Detención y Tortura que funcionó en la dictadura cívico-militar.

Los obreros secuestrados permanecieron entre 30 y 60 días desaparecidos en el interior de la empresa. Posteriormente, fueron “blanqueados” y puestos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional.

"Nos levantaron en camionetas de la empresa y nos torturaron adentro del predio de la fábrica", declaró Pedro Troiano, obrero detenido en 1976.

En la causa, que llevó varios años trabada, faltaron las condenas a Nicolás Courard, ex presidente de Ford en Argentina y de Guillermo Galarraga, ex gerente de relaciones laborales. Ambos murieron antes de recibir una pena.



Fuente: Infocielo