A nueve años del femicidio de Ángeles Rawson, la mamá de la adolescente asesinada en Palermo en 2013 se refirió al portero del edificio en el que vivían, Jorge Mangeri, y recordó el momento en que descubrió que él había matado a su hija.

“Nadie podía creer que fuera capaz de una cosa así”, aseguró Jimena Aduriz, en diálogo con Migue Granados para su podcast “La Cruda” de Spotify. En ese sentido, señaló que era un hombre “eficaz y atento”, y apuntó: “Lo queríamos muchísimo todos en el consorcio. Hacía 11 años para ese momento que era el encargado. Era un edificio chico, con 14 departamentos”.

Para Aduriz, sostuvo, fue una sorpresa enterarse de que Mangeri había sido el responsable del crimen de Ángeles. “Después lo cotejé con mis vecinos. Nadie lo podía creer. De hecho, sospecharon de mi marido, porque no podían creer que este hombre fuera capaz de una cosa así”, indicó.

“Una vecina mía tenía hijas adolescentes y me dijo: ‘Yo he dejado que él entrara con Emilia chiquita a cambiar la bombita de luz’. Tenía llave de todos los departamentos”, dijo sobre Mangeri, a quien definió como “un psicópata de libro”.

Un detalle en el horror

La mamá de Ángeles contó que el día del hecho “hacía calor” y que vio al portero vistiendo un buzo polar. “Le dije ‘hacete ver’, porque tenía cara de enfermo”, y aseguró que antes de entrar a su casa le reclamó eso, porque no se pedía días por enfermedad con tal de trabajar. Fue allí que entró a su departamento, a las 17 horas. Mangeri ya había matado a su hija.

“En el 2013, aún no estaba en boga el WhatsApp, había muy pocos que tenían. Nosotros no”, recordó. “Generalmente, [Ángeles] llegaba 21.15. Esperé hasta las 21.30 y llamé por teléfono. Alguien me atendió y cortaron. En ese momento no me di cuenta. Con el diario del lunes empezás a atar cabos, pero en ese momento no te das cuenta. Nunca te vas a imaginar que pasó algo así”, continuó.

Después llamó “a la Cultural Inglesa” a la que debía ir Ángeles y le confirmaron que no había asistido. A su vez, el padre se comunicó con el colegio, donde tampoco había ido al mediodía. Entonces fue cuando se apoderó de ella la desesperación, aunque nunca siquiera imaginó la tragedia que sobrevino. “Yo lo que pensé es que, como ella tenía carácter, se había resistido a un asalto. No pensé nunca en trata. Que ella se había defendido y que estaba en algún lugar desmayada o que la habían fajado, esa era mi esperanza”, detalló.

“Fue muy duro de ver a tu hija en una bolsa”, se lamentó la madre. No obstante, tantos años después, rescata un detalle en el horror: “Por otra parte fue un alivio muy grande, porque la vi y estaba ahí. Yo pensé que no la iba a encontrar. Saber que iba a tener un lugar donde llevarle una flor, en ese momento era un tesoro”.

El crimen de Ángeles Rawson es considerado uno de los femicidios con mayor repercusión de la historia criminal argentina. Por su asesinato, el exportero Jorge Néstor Mangeri, de 52 años, fue condenado a prisión perpetua.

En el juicio de 2015 se determinó que la adolescente llegó a las 9.50 al edificio de Ravignani 2360, en Palermo, pero nunca llegó a su departamento porque fue interceptada por Mangeri. El agresor intentó abusar de ella y, ante la resistencia de la víctima, la mató.

Una junta médica concluyó que Ángeles murió estrangulada y sofocada en no más de cinco minutos y que su asesino le fracturó cinco costillas, la clavícula derecha y una vértebra.

Fuente: TN.com.ar