De acuerdo a un informe de TN, miles de vecinos de las zonas más pobres del Conurbano recurren a pequeñas fogatas, que suelen armarse en el centro de la vivienda, para intentar calefaccionar sus hogares. Casas que en muchos casos presentan estructuras de madera, lo que convierte a este recurso en un verdadero peligro. 

"Acá nos mantenemos así, estamos hasta las 10 de la noche y nos vamos a dormir", explica Natalia, madre de cuatro niños. Cuando llega ese momento, la mujer coloca pequeñas brasas alrededor del colchón para intentar calentar a sus hijos, pese a los riesgos que eso representa.

Fuente: TN