La historia de Maxi, de 26 años, conmueve y a la vez invita a sacar una sonrisa esperanzadora por la espontánea reacción de solidaridad que se generó en torno a su figura.

Tras haber sido demorado por la Policía en Once por estar vendiendo sándwiches de salame en forma ambulante, Maxi perdió la mercadería que preparaba como sustento de vida.

Pero la reacción popular que siguió a ese hecho fue conmovedora: la imagen del momento en que la Policía lo aborda se viralizó en las redes, generando una ola de repudio al accionar de la fuerza de seguridad y de solidaridad hacia la persona de Maxi. Los pedidos de sándwiches se multiplicaron al punto que el propio Maxi admitió que no daba a basto a cubrir todos.

Ayer, Maxi se hizo presente en la plaza con un pequeño puestito de venta de sándwiches: junto a familiares de su novia, colocaron un gazebo y pudieron vender gran cantidad de sándwiches de salame cordobés y queso en enormes panes flauta El vendedor fue uno de los protagonistas de la jornada, recibiendo no sólo muchísimos pedidos sino también saludos y muestras de afecto y solidaridad.