En los hombres, la bacteria MG puede provocar una inflamación en la uretra, secreción en el pene y dolor al urinar.

En las mujeres, puede causar enfermedad pélvica inflamatoria, provocar dolor y, en algunos casos fiebre y sangrado vaginal.

La forma de contagio es a través de las relaciones sexuales no protegidas. El uso del condón puede evitar el contagio.

El MG fue identificado por primera vez por investigadores en Reino Unido en los años 80. Se estima que afecta a entre el 1% y el 2% de la población.

Si bien no siempre da lugar a síntomas y no en todos los casos se necesita seguir tratamiento médico, la Asociación Británica de Salud Sexual y VIH (BASHH, por sus siglas en inglés) cree que esta enfermedad -que muchas veces se confunde con otras infecciones transmitidas sexualmente, como la clamidia- es preocupante.

Por ello, la organización ha publicado nuevas recomendaciones, en las que detalla cómo identificar la infección y cómo tratarla.

Fuente: La Nación