El lugar elegido para concretar los abusos eran los probadores de un local de ropa juvenil de Avenida Rivadavia y 9 de julio, en la localidad bonaerense de Morón. Un hombre, de 48 años, que se hacía pasar por vendedor gay, corría la cortina justo en el momento en el que las mujeres se estaban desnudando, entraba y las grababa con el celular.

Tras las denuncias de varias clientas, la mayoría adolescentes, Jorge —no trascendió su apellido— fue detenido. Pero ya está en libertad.

Milagros, de 22 años, fue una de las que se animó a contar lo que vivió. A ese local llegó el sábado a las cinco de la tarde con su mamá. "Había ido varias veces. No conocía al señor. Jamás me había atendido él. Entré porque realmente  me gusta y estuve por lo menos 40 minutos probándome un montón de ropa. Cuando estaba por irme me insiste para que me pruebe un último vestido. Fue realmente insistente. Como mi mamá también se estaba probando ropa, dije 'hago tiempo, me lo pruebo'", detalló la joven al canal de noticias C5N.

Mientras estaba semidesnuda junto al vendedor en el probador, Milagros empezó a sospechar porque en todo momento él "insistía con que toda su ropa quedaba mejor sin corpiño".

La joven aseguró que Jorge "le ganó con la insistencia" con el último vestido y que se "ofrecía mucho a entrar a ayudar". Ella le repetía: "no, está bien, puedo". Pero él entró al probador de todos modos.

"Me baja el vestido hasta la cintura. Automáticamente me pareció extraño. Mientras me agacho para taparme, veo a través del espejo que él tenía el celular en el bolsillo derecho, grabando lo que se veía en el espejo", siguió Milagros.

La chica lo increpó y le preguntó qué hacía con el teléfono. El falso vendedor gay dijo que lo tenía en la mano porque lo habían llamado. "Era mentira, porque había estado 40 minutos ahí. Se lo vuelvo a preguntar y sale del probador. Ahí escucho el sonido de que corta un video", amplió la chica.

La madre de Milagros notó la incomodidad en la voz de su hija y, desde su probador, preguntó qué pasaba. "Ahí le dije que el señor me había bajado el vestido y me estaba grabando con el celular. Me vestí como pude y salí descalza. En esos 30 segundos me preocupé por mi imagen, que ese video se pueda difundir. Y le pedí a mi mamá que entrara a buscar el celular. Cuando empezamos a los gritos yo estaba completamente desesperada", aseguró la joven.

Jorge amenazó con llamar a la Policía. Pero Milagros la llamó antes. En medio de los nervios por lo que vivió, se dio cuenta de que el de ella no había sido el único caso en ese probador de Morón. "Cuando llegué a la comisaría —relató— me encontré con que a una chica, en mayo, le había pasado algo muy similar".

orge alquila el local de ropa. Los dueños de la galería apoyaron a Milagros y emitieron un comunicado en el que informan que el propietario del local le pidió la rescisión del contrato de alquiler y que esta semana vacié el local.  

"A mi me enseñaron desde siempre que si no te gustó y no dijiste que sí, está mal. Nunca había vivido una situación así. Fue muy fuerte", cerró Milagros. 

Fuente: Clarín