Con las mejores intenciones del mundo, una abuela se preparaba para recibir la visita de sus nietos en la casa, sin imaginarse que terminaría envenenándolos.

Cuando todos vieron la torta de la abuela, jamás sospecharon lo que tenía en verdad en su interior, ya que aspecto era extraordinario, incluso su sabor era muy rico.

Pero al cabo de unas horas todos los integrantes de la familia comenzaron a sentirse mal y allí pudieron descubrir que la señora se había confundido el insecticida con el polvo para hornear y terminó envenenado a todos.

Además del nene que cumplía años, había otros dos nietos más, más los hijos de la señora que estaban en la celebración. Todos comieron de la torta y debieron ser tratados contra la intoxicación que habían contraído. Afortunadamente había utilizado poco insecticida y todos se encuentran fuera de peligro.

No tuvo las mismas intenciones una abuela rusa de 80 años que asesinó a tres nenes, los mutiló y luego los “convirtió” en dulces que repartió entre sus vecinos.

Según relató el diario Crónica, se conoció que la primera víctima de la mujer fue una niña de ocho años que “hacía mucho ruido” cerca de su casa. La desaparición de la pequeña se produjo en 2005 y sus restos fueron hallados varios meses después. Se presume que los otros dos crímenes de los nenes se produjeron de manera similar.

Fuente: La 100 radios