Las pulsaciones de los futbolistas apenas salen del campo de juego pueden jugar en contra si el resultado no es el esperado.
Eso mismo le ocurrió ayer por la tarde a Cristian Chávez, volante del Jorge Wilstermann boliviano. 

El Pochi fue reemplazado cuando su equipo iba empatando y el exjugador de Boca tuvo un cruce con el ayudante de campo, Thiago Leitao.

Este último trasladó las palabras a los golpes y ambos se fueron a las manos en pleno partido. Ahora, el club analiza sancionarlos por la imagen que dejaron. ¡Fue solo una calentura!

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Fuente: Bolavip