La intención de los dirigentes de fútbol en Brasil es que la pelota vuelva a rodar cuanto antes. Sin ir más lejos, en Porto Alegre, Inter y Gremio ya reanudaron los entrenamientos. En Río de Janeiro tenían la misma intención, pero recibieron un duro cachetazo en las últimas horas.

El lunes falleció Jorginho, un histórico médico del club, después de estar varias semanas internado combatiendo contra el Covid-19. Como se estila en estos casos, se encendieron las alarmas y la Comisión Directiva decidió que todas las personas vinculadas al club se realicen test para ver si había más casos.

El resultado fue estremecedor: se hicieron 293 chequeos y se confirmaron 38 casos positivos, de los cuales 3 de ellos son jugadores del plantel profesional, aunque sus nombres no fueron oficializados.

¿Los otros afectados? 6 empleados de apoyo del fútbol, 2 empleados de compañías de terceros y 25 familiares o trabajadores en casa de jugadores o empleados. 

Fuente: Depo.com.ar