María Dora es una abuela que ingresó el lunes 7 de septiembre a una clínica en Mendoza por un fuerte dolor en el pecho y quedó internada. Le realizaron dos hisopados y ambos le dieron negativo de coronavirus.

Pero para sorpresa de la familia, el jueves pasado los llamó un enfermero diciendo que la mujer había fallecido.

Con la angustia y el dolor que esta noticia trae, sus hijos y nietos enterraron un cuerpo que finalmente, 24 horas después, le dijeron que no era su abuela.

Shirley Hernández, nieta de María Dora señaló: "Está viva gracias a Dios. Un enfermero nos llamó y nos dijo que mi abuela había fallecido y el viernes que estaba viva y que estaba esperando a sus hijos. El lunes 7 va a la clínica por un dolor de pecho y le dijeron que tenía  un cuadro de neumonía. La pasaron a una sala como sospechosa de covid-19 y los dos hisopados le dieron negativo". 


"El jueves nos llamaron a la madrugada y por protocolo no podía verla y dijeron que murió por Covid-19. La enterramos y a las 24 horas nos dicen que estaba viva", agregó indignada.


"No sabemos si había una persona dentro del cajón pero a nosotros nos dijeron de enterrarla y hoy sigue en el cementerio. Desde la clínica no dieron la cara", comentó en América Shirley.


"La pusieron en una sala a ella sola. El viernes la vimos por videollamada y como no confiamos en la Clínica pedimos que un familiar directo la pueda cuidar y accedieron a ese pedido. Hicimos la denuncia en el Ministerio de Salud", concluyó.

Desde la Clínica Santa María, el Director Ricardo Oñate comunicó que "Fue un error administrativo. No ha sido querido por nadie".

Fuente: Pronto