Una grave y escalofriante denuncia de violencia de género enmudeció a todos en Los Ángeles de la Mañana, en boca de Macarena Vega, la madre de Ryan y Romeo fruto de su relación con Rodrigo Romero, protagonista de El Potro, lo mejor del amor. Luego de seis años de relación de pareja, la mujer radicó una denuncia judicial en Córdoba contra el actor, exnovio de Jimena Barón.

Presente en el estudio, Macarena contó cómo comenzaron las agresiones del padre de sus dos hijos: “Yo trabajo de noche, él nunca trabajó. Nunca fue albañil, yo lo mantenía a él. Una noche estaba trabajando, discutimos por teléfono, me fue a buscar en auto y me llevó al costado de una ruta, donde me ató a un árbol y me dejó ahí. En ese tiempo vivíamos con mi suegra y mi nene tenía dos meses. Me pude desatar del árbol sola, y salí caminando, cuando vi que pegó la vuelta. Entonces, me llevó en el auto hasta la casa, me llevó al patio y me amenazó con un arma. Me disparó, pero no salió la bala”. Luego, detalló: “Después de eso tuvimos muchas peleas, llegó a romperme la nariz. En la última discusión fuerte me estuvo pegando tres días seguidos. (...) Fue la primera separación que tuvimos. Me estuvo pegando viernes, sábado y domingo”.

Abochornado por el relato, el conductor indagó para poner en contexto la dura historia de vida de Macarena: “¿Querés contar a qué te dedicás?”. Sin pruritos, la invitada afirmó: “Sí, no tengo ningún problema. Soy prostituta, trabajo de noche”.

Ahí, De Brito concluyó: “Él vivía de lo que vos ganabas a la noche y no le importaba”. A lo que ella explicó: “No, porque él siempre se dedicó a eso, a ser mantenido por las mujeres. Rodrigo te daba la condición de que si querías estar con él tenías que trabajar para él. Tampoco es que nos obligaba ni nada (sic), pero decía que si queríamos estar con él teníamos que trabajar. (…) Yo llegaba de trabajar en la zona roja del Barrio Alberdi y le tenía que dar toda la plata a él. Empecé a trabajar de prostituta cuando arranqué mi relación con Rodrigo, él me lo propuso. Y como tenía problemas con mi familia, no quería volver a mi casa, le dije que sí. Mientras tanto, él se quedaba en la casa durmiendo o de joda”.

Fuente: Ciudad Magazine