La escandalosa pelea entre Luciana Salazar (37) y Martín Redrado (56) escaló a niveles impensados, luego de que la actriz grabara y luego difundiera en un audio la charla en la que el economista le admite que le hizo una brujería. Todo sucedió un domingo en el que Luciana y su beba Matilda (8 meses) fueron a comer a la casa de Martín.

Al comienzo, se escucha a Luli preguntarle al expresidente del Banco Central si tenía helado, para luego horrorizarse por lo que encontró en el freezer: “Hay, Martín. ¿Qué es esto? Dice mi nombre en un vaso. ¡¿Qué es eso?! ¡Eso es una brujería! Dice Luciana Salazar y mi fecha de nacimiento”. Desentendido, Redrado contestó en varias ocasiones: “No sé. No sé… No es ninguna brujería. Es la primera vez que lo veo”.

El resto de la charla coincide con lo que Luciana confesó el viernes en Los Ángeles de la Mañana, por lo que primero Martín negó todo, intentó calmarla y luego admitió: “¿Te digo la verdad? Hace dos semanas vino Liliana y me dijo que la manera de alejarme de vos era esta, y lo hizo ella”.

A continuación, los principales momentos del diálogo:

-¿Por qué lo hiciste? ¿Vos estás buscando alejarme?

-Bueno, no. Ahora,justo nos separamos y me dijeron que era la manera para que se enfríe la relación. Lo hizo Lilana. (…) Te quiero asegurar que no hay ninguna brujería. Pasa que le dije a Liliana que todavía te tenía en mi cabeza, que a ella le pasó y la manera fue esta.

-Te lo soluciono yo, me abro. No me veas más ni a mí ni a mi hija. Vos me buscás a mí, yo no te pedí de venir, vos me escribiste.

Tenés razón. Es una contradicción que tengo que no resuelvo. Te pido perdón, no hay ningún interés de perjudicarte no hacerte algo malo. Quiero que te quedes tranquila. Yo tampoco me entiendo. No sé qué es lo mejor para nosotros. No sé que es lo que me hace bien, Luli.

-Me ponés en una situación de mier… ¡No sé qué es lo que querés!

-Me encanta tu hija, es un ser de luz. No sé si la puedo proteger, tengo alguna responsabilidad también en su educación… El objetivo es que todavía me generás atracción y a mí me gustaría que no esté esa atracción.

-¿Atracción física decís? ¡O de qué?

-Sí, como persona, como todo. Me generás atracción, la verdad es que tenés todo.

-No sé qué decirte…

-No sé que quiero. Parezco un boludo de 56 años. No te quiero perjudicar ni hacerte daño.

Fuente: Ciudad Magazine