La súperfinal entre River y Boca puso en alerta al macrismo y en el entorno del Presidente creen en caso de un resultado adverso peligraría su hegemonía en el xeneize. "El clima de ansiedad es total, los directivos están al borde de la crisis", confirmó un hombre del club.

Desde su elección como presidente en 1995 que Mauricio Macri pisa fuerte en Boca. Fue titular del xeneize hasta 2007 y reasumió temporalmente un año más tarde. Cuando dejó el cargo designó a los sucesivos presidentes e incluso Daniel Angelici negocia con él al próximo candidato del oficialismo.

Sin embargo desde el miércoles la dirigencia boquense atraviesa horas de tensión y no son pocos los que creen que un tropezón en la final podría alejar al macrismo de la conducción.

"Sería trágico", resumió un dirigente xeneize. Macri se metió desde el día uno en la serie entre River y Boca y sin consultar a la Ciudad ni a los clubes desde Twitter comunicó que la final se jugaría con público visitante.

El anuncio resultó un blef cuando el propio Angelici tuvo aseguró que no habría visitantes en ninguno de los dos partidos. Para recibir hinchas de River, Boca debería resignar casi 5500 lugares, algo que despertaría la ira de los socios contra su presidente.

La actualidad política de Boca no resulta tan simple. El año próximo habrá elecciones y el "Tano" se inclina por elegir a Christian Gribaudo como su delfín. Si bien aún no está saldada esa disputa, en el oficialismo empiezan a verse grietas y, por ejemplo, el prosecretario Carlos Aguas pretende tener un candidato propio.

"Es muy posible que el oficialismo se divida si las cosas no van bien en la Copa", analizó un directivo. En la oposición José Beraldi, Jorge Ameal, la Agrupación Azul y Oro, Roberto Digón, Santiago Carreras y Víctor Santamaría siguen con atención las internas del oficialismo. En 2015 enfrentaron divididos a Angelici, pero podrían unirse si existen posibilidades de triunfo.

El clima que se vivió ayer en La Bombonera no fue de los mejores a pesar de la goleada frente a Tigre. "La barra le pedía a los jugadores que trajeran la Copa, pero en los cantitos dejaron afuera a los dirigentes. Eso es lo que les mandaron cantar", señalaron desde la oposición a LPO.

"Hasta el presidente Macri lo planteó como de vida o muerte", analizó el dirigente opositor.

Macri niega de plano en la intimidad que regrese a Boca cuando deje la Presidencia. "Ni loco", repite con énfasis. Sin embargo, sigue el día a día de la institución y hasta negoció personalmente el sponsoreo de Qatar Airways.

Macri es amigo personal del Emir Tamim bin Hamad Al Thani, uno de los hombres más ricos del mundo, y logró imponer exenciones fiscales a las inversiones del país asiático.

Macri también convenció a Al Thani que se compre una estancia en una de las zonas más exclusivas de la Patagonia, justo al lado del lugar donde su ubica otro de sus amigos de relieve global: el magnate inglés Joseph "Joe" Lewis, verdadero dueño de Edenor, entre otras inversiones estratégicas.

El contrato con Qatar aumentó la enemistad con Rodolfo D´Onofrio: Boca puso una cláusula de exclusividad que le quitó a River la posibilidad de negociar con la línea aérea. De hecho al día de hoy la camiseta del millonario no tiene su publicidad principal.

Pero Qatar Airways fue presentado la semana pasada como sponsor principal de la Conmebol. El anuncio aumentó las suspicacias sobre la conveniencia que tendría para el máximo organismo del fútbol sudamericano un triunfo del xeneize en la serie contra su archirrival. 

Fuente: La Política Online