Viajó, experimentó, se frustró y arrepintió. Carlos Tevez pudo despegarse apenas un año de Boca. Es cierto, embolsó dólares y se dedicó a su familia y amigos. Se reencontró, juntó energías y regresó a su lugar de origen. No pudo resistirlo, fue más que él. Y una de las grandes razones que lo motivaron a armar las valijas en China fue la disputa de la Copa Libertadores.

En la recta final de su carrera (en febrero cumplirá 35 años), el Apache atraviesa las mismas sensaciones que alguna vez tuvo Juan Román Riquelme, hombre hecho para jugar la Copa. No desmerece el campeonato local ni la Copa Argentina, pero su obsesión se centra en el certamen continental. El que lo tuvo como figura en 2003, cuando alzó el trofeo en las narices del Santos en Brasil.

A principios de año confirmó el operativo retorno y se puso a disposición de Guillermo Barros Schelotto. Dentro de un plantel con grandes figuras y jóvenes potencias, se le hizo complicado ganarse un lugar. Pero no chistó, arengó a los suyos desde afuera y demostró ser líder positivo.

A fines de marzo, con la competición recién iniciada (Boca había debutado con Alianza Lima en Perú), Carlitos hizo ruido ante los micrófonos. "La obsesión por ganar la Copa es algo que me mantiene con mucho hambre. Poder ganarla y retirarme a lo grande es algo que deseo, que sueño y que quiero", declaró.

Instaló la idea de colgar los botines y cuando le repreguntaron por eso, no dudó: "Si la llego a ganar, creo que sí, me retiro. Después no me queda nada por qué luchar. Eso es lo que deseo y me quita el sueño".

Tevez imaginó que el Xeneize podía materializar el objetivo de ser finalista de la actual edición, aunque jamás se le habrá pasado por la cabeza que el adversario en esta instancia fuera River. "Retirarme a lo grande es algo que deseo", expresó. Y qué mejor manera que hacerlo en un superclásico ante el rival de toda la vida.

"Ni ganando ni perdiendo hoy pienso irme de Boca", advirtió. Pero también tiene claro que puede llegar a despedirse por la puerta grande y saboreando las mieles del éxito.

El riesgo es alto, el reto está planteado. ¿Lo obvio? Que en caso de ganar el domingo, estirará su retiro –al menos- hasta la disputa del Mundial de Clubes en Emiratos Árabes Unidos.

Fuente: Infobae