“Iglesia y Estado, asuntos separados”, dijo un día Ricky Martin en sus redes sociales y esa frase fue usada luego por hombres y mujeres de la Argentina que, pañuelo naranja mediante, exigen un Estado laico. Pero, al parecer, al macrismo eso no le interesa, ni preocupa, ni despeina y, a horas de que algunos celebren la Nochebuena, el Gobierno porteño invadió las calles con un slogan particular.

En plazas, como la seca que está junto al Teatro Colón, y en los carteles luminosos que indican el flujo del tránsito en avenidas, de repente, apareció el mensaje “Navidad es Jesús”.

¿Cómo fue que sucedió ello? Según explicaron desde la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera) ellos fueron quienes le solicitaron a Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno porteño, incluir la frase.

El pedido se hizo por medio de una carta entregada a la Dirección de Cultos y el objetivo era que “miles de personas conozcan el verdadero significado de la Navidad”. El problema, claro, es que esto se realizó sin respetar siquiera la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires.

El mensaje va a estar en los carteles hasta el 25 de diciembre, inclusive. Y mientras Aciera llaman al resto de las iglesias evangélicas a que “lleven acciones que pongan en alto el nombre de Jesús y la predicación del Evangelio”, los ciudadanos se alertan porque, se sabe, el líder evangélico con más poder en la región es Jair Bolsonaro, el flamante y reaccionario presidente de Brasil. Un guiño del macrismo a este tipo de “detalles” puede convertirse en algo realmente preocupante.