La actriz Esmeralda Mitre reapareció en la escena pública y aseguró que quiere hacerse con el control del diario La Nación para "darlo vuelta". Además se refirió a la relación con sus hermanos y los negocios ocultos de su padre, Bartolomé Mitre.

La mediática brindó una extensa nota a El Diario AR y develó su intención de ingresar como accionista a La Nación para cambiar sus formas. "¿Sabés por qué no estoy al mando de La Nación? Porque todavía no heredé. Quiero entrar en el diario, claro, pero no con un puesto. Quiero entrar como accionista para darlo vuelta", aseguró.

En esa línea, Mitre aseguró que en su modelo actual el diario "no funciona". "No tienen ningún sentido, no lo lee nadie", disparó. La actriz resaltó que "es el diario más importante del país" y consideró que al no ser un multimedio "es muy fácil transformarlo".

"Tiene que ser un negocio que dé ganancias. Pero para eso hay que tener ideas, no ser un paracaidista. Y la gente que hoy está en el diario es paracaidista. No tiene contactos con la gente del poder ni de la comunicación", arremetió.

La conducción del diario recayó este año en la familia Saguier (el lado materno del clan Mitre que ahora tiene el paquete accionario mayoritario). Tras la muerte de Bartolomé, Fernán Saguier se transformó en el director, mientras que el hermano de Esmeralda que lleva el mismo nombre que su padre quedó al frente de la Sociedad Anónima de forma simbólica. Al respecto, la mediática señaló: "Me parece que está bien porque él era subdirector. Y mi hermano quedó como director de la Sociedad Anónima… Mi padre, ojo, era todo de todo".

Las cuentas ocultas de Bartolomé Mitre y la pelea con sus hermanos

Este fin de semana se tasarán parte de los bienes de Mitre, que incluyen un campo de 150 hectáreas, con un haras donde crían caballos árabes; departamentos y obras de arte, entre otras posesiones. El proceso se da luego de que la Justicia hiciera lugar a un reclamo de Esmeralda para que hubiera un veedor externo que realice y controle el inventario de los bienes.

Además de lo material, Bartolomé también contaba con el 23% del paquete accionario de La Nación a su nombre y otro 2% encubierto a través de dos fideicomisos bajo la sigla KMB (Kinucha Mitre Bartolomé). Los fondos están valuados en más de 20 millones de dólares y fueron descubiertos por la propia actriz.

“Mis hermanos querían que yo herede menos, pero decidí buscar la verdad y encontré fondos de inversión que mi padre tenía escondidos", afirmó Esmeralda.

A la vez que cuestionó: "Quisieron quedarse con la casa de mi madre, la de Barrio Parque, donde vivimos ella, mi padre y yo hasta que mis padres se separaron".

"Yo digo que es el matrimonio más legítimo porque estuvieron juntos 25 años y habrá sido la etapa más pudiente de mi padre, en los noventa. Entiendo que las ganancias de mi madre son mucho mayores, pero eso no es su culpa y mucho menos la mía", agregó.

En esa línea, reveló que tiene trato con sus hermanos, excepto con Dolores, con la que tuvo un acercamiento reciente. "Mi hermano Bartolomé quiso hacerse el administrador de la sucesión y empezaron a aparecer cosas raras. Eso generó una disputa muy grande entre nosotros. Yo quería que cada uno tuviera su parte, repartida por igual. Pero ellos abrieron la sucesión a espaldas mías", criticó.

Aunque aseguró que ahora están de su "lado" porque cuando empezó a investigar los negocios de su padre encontró "muchísimas cosas" que Bartolomé "tenía escondidas".  "Cosas a su nombre, como cuentas en el exterior y fondos de inversión. Ahí se dieron cuenta de que les convenía. Estamos llegando a un primer acuerdo que sería poner en venta los bienes, que es “lo menor” del patrimonio. Luego hay que poner en orden las acciones, las cuentas, el dinero...", indicó.

En tanto que se mostró dudosa sobre las posibilidades de recuperar la relación con sus hermanos. "Sí estoy segura de que a veces para volver a empezar hay que romper todo. Creo que ellos también sufrieron mucho este año y que en el fondo todos nos queremos", dijo.

Y sentenció: "Pero más que en los sentimientos, yo confío en las acciones. Lo que quiero es que no me hagan más daño".

Fuente: El Destape