A 26 años del “Caso Coppola”, Samanta Farjat se alejó del escándalo que generó picos de rating en los 90. Aunque aseguró que “no reniega de su pasado”, se sumó a Natalia Denegri y solicitó “el derecho al olvido” ante la Justicia. En una entrevista con Nuestra Tarde (TN), habló sobre el caso y se refirió a su nueva vida siendo mamá y trabajando en un medio digital.

“No quiero que nos recuerden como ‘las chicas Coppola’”, dijo Farjat, que aclaró que no piden que eliminen material periodístico, sino que Google indexe de otra manera y que no se comparta contenido que no suma sobre el caso que ganó popularidad como “la causa del jarrón”.

Samanta Farjat pidió el derecho al olvido: “No quiero que me recuerden como la chica Coppola”

Acto seguido hizo hincapié en que lo que se vivió en ese momento fue una causa judicial. “La gente se quedó con lo que vendía: le morbo y la imaginación, las fiestas, las drogas, el jarrón, el sexo y el rock and roll. No se quedó con que 3 chicas de 20 años denunciaron a un Juez Federal. Muy pocos saben que él, sus secretarios y sus tres policías personales fueron detenidos”, señaló.

Si bien no niega su pasado, Samanta admitió que en aquel entonces eran muy jóvenes, que jugaron al límite y que no tenían noción de lo que hacían. “Nosotras éramos chicas, no sabíamos cómo manejar las cosas y no tomábamos dimensión que detrás de las cámaras había tanta gente”, aseguró.

Todo terminó a sus 22. Ella decidió alejarse completamente de los medios. “Un día me cansé y no fui más a ningún lado. Era un acoso rarísimo. No estaba acostumbrada. Fueron dos años así. Íbamos a los programas a defender una causa judicial que se tramitaba más en los estudios de televisión que en los juzgados”, recordó indignada.

Samanta Farjat habló sobre su vida lejos de los medios

Lejos de la exposición que alcanzó en los ‘90, Farjat adoptó un perfil bajo y una vida tranquila. “Tenía 22 cuando se terminó todo. Me alejé. Tuve una vida normal. Tuve pareja y una hija y decidí dedicarme a ella”, comentó.

Al tiempo comenzó a trabajar en un medio gráfico y en otro digital. Si bien lo dudó porque no quería saber nada con la exposición, sintió que en esos espacios estaba más cuidada.

Y fue gracias a ese trabajo que comenzó a entender mejor el funcionamiento de Google: “Yo no pido que se borre todo lo que se escribió sobre el tema, pero sí que se indexe de otra forma el contenido”. A modo de cierre, reflexionó: “Si ponés el nombre de Guillermo o de ‘El conejo’ aparecen otras cosas. Si ponés el mío encontrás cosas de hace 27 años... creo que hay algo en contra de las mujeres”.

Fuente: TN.com.ar