Quizás no era una de las caras más conocidas de los medios ni tenía uno de los nombres más populares, de esos que se mencionan en una mesa familiar, en una charla de oficina o en una conversación de cafetín. Pero aquellos que eran seguidores de la buena información política, de las opiniones comprometidas, viscerales y arriesgadas sabían muy bien quién era y seguro que hoy la lloran y ya empezaron a extrañarla: la periodista Mariana Moyano falleció a los 54 años después de sufrir un accidente doméstico.

La triste información empezó a circular en las redes sociales en las primeras horas de la mañana de hoy y fue lamentablemente confirmada por C5N y por el Gato Sylvestre en su programa de Radio 10, Mañana Sylvestre, donde contó que la colega perdió la vida al no poder superar las consecuencias que le provocó un "incidente doméstico" que había protagonizado hace unos cuantos días.

De inmediato, los espacios virtuales se llenaron de mensajes de gente que había entrado en la más absoluta conmoción al conocer el fatal desenlace de Moyano, quien era muy querida por "la gente del campo nacional y popular" (Moyano nunca escondió su adhesión al peronismo) pero también recontra respetada por aquellos que no pensaban como ella, ya que Moyano era una vehemente discutidora con todos ellos, y en ese carrusel de opiniones y pasiones le daba lugar a todas las miradas.

Si bien no se dieron a conocer oficialmente las alternativas del accidente, en las redes sociales se empezó a especular con que Moyano no pudo soportar una serie de "quemaduras importantes" que había sufrido en buena parte de su cuerpo. De hecho, trascendió que estaba internada en el Hospital del Quemado.

CONMOCION EN EL PERIODISMO POR LA MUERTE DE MARIANA MOYANO

Nadie podía explicar ni entender lo que había sucedido con esa muchacha fervorosa en sus posturas, clara para expresarlas y bochinchera para defenderlas.

Feminista, fana de River, buena amiga de sus amigos y una compañera de laburo compinche y formidable según aquellos que tuvieron el privilegio de compartir un espacio de trabajo con ella, Moyano era una mujer muy apreciada, escuchada y leída en todos los ámbitos. Entre la gente común y también entre los dirigentes que toman decisiones.

Alguna vez se sentó en 6-7-8. Alguna vez escribió libros que fueron todo un suceso. Alguna vez descubrió Twitter y se volvió rápidamente en una Tuitstar para aquellos que buscan info y opiniones vinculadas a las cuestiones de la política. Todo eso se lo llevó con ella. Acá quedan un recuerdo imborrable, un dolor muy profundo y una incredulidad gigantesca. Como pusieron tantos en esa misma red social, no se puede creer lo que sucedió.

Fuente: Paparazzi