Laura Laprida, la joven actriz argentina hija de María Eugenia Fernández Rousse de Las Trillizas de Oro,  se encuentra hace varios años radicada en Madrid junto a su esposo, Eugenio Levis.

La también modelo recurrió a su cuenta de Instagram, @lulilapri, para denunciar una insólita y atemorizante situación que le tocó vivir en la madrugada de este jueves.

“Me levanto a las siete de la mañana a hacer pis y desde la ventana de mi cuarto, que da a mi living, vi que tenía la luz prendida”, comenzó relatando la hija de Eugenia de Las Trillizas de Oro. En continuado agregó: “Salgo para apagarla y veo un bulto en el sillón de mi living, con mi mantita gris, y digo. ‘Ay, Eugenio dejó todo hecho un quilombo anoche. ¡Qué fiaca!”.

“Pero me acerco bien a ver y ese bulto tenía pelos y tenía botas. Había una persona en mi sillón. Así como lo escuchan. Me quedé un poco en shock”, agregó desconcertada.

Ahí fue que decidió compartir lo sucedido con su esposo. “Volví a mi cuarto y lo desperté a Eugenio. Y le digo ‘hay una persona en el living’. Él me dice que no. Pero le digo ‘gordo, hay una persona durmiendo en el sillón’. Se levanta, lo mando al living y me dice ‘hay una persona durmiendo en el sillón’. No sabíamos quién era. No sabíamos qué hacer”, describió con una sonrisa.

Como si se tratase de una historia de Sherlock Holmes, Laura continuó con el relato: “La persona desconocida respiraba y al lado de este cuerpo durmiente estaban sus pertenencias. Su teléfono y una petaca de ron. Uno de mis vasos tenía ron. Sí, teníamos a una persona alcoholizada durmiendo en mi sillón”.

Pese a lo que cualquiera creería, la situación desató una pelea en la pareja. “Ahí arrancó la discusión con Eugenio. Él quería despertarlo y hacerle un café. Y yo quería llamar a la policía. Finalmente decidimos despertarlo para que se retire de la casa. Él tiraba patadas, mamado, la bella durmiente”, ironizó Laura Laprida.

A modo de cierre, la hija de Eugenia de Las Trillizas de Oro relató el final: “Una vez que se calmó. Le ofrecimos un vaso de agua. Le pregunté cómo entró a la casa y me dijo que no era ocupa, que vino con sus amigos. Pero no había signos de que haya habido una fiesta. La casa estaba en orden. Quiero creer que esta persona estaba muy desorientada”.

“No sé cómo entró a mi casa. Por la venta no porque vivo en un cuarto piso. Y la casa tiene alarmas. De ahora en más voy a ponerle llave a la puerta cada vez que me vaya a dormir”, concluyo Laura Laprida pudiendo tomarse con humor lo sucedido.

Fuente: La100.cienradios.com