El Departamento de Medicina Forense del Condado de Los Ángeles informó que Aaron Carter murió tras ahogarse “accidentalmente” en su bañera después de haber inhalado un gas inflamable presente en latas de aire comprimido.

La autopsia del hermano de Nick Carter, miembro de los Backstreet Boys, evidenció que, además de haber aspirado este compuesto químico, llamado difluoroetano, también ingirió alprazolam, un sedante para tratar trastornos como la ansiedad.

El difluoroetano es un gas incoloro e inodoro que puede causar congelación y se enciende fácilmente. Mientras tanto, el alprazolam es un medicamento que puede venir en forma de tableta y, a veces, se toma para tratar la depresión y la agorafobia (el miedo a los espacios abiertos), según los expertos médicos .

El informe de la autopsia también indicó que el cuerpo de Carter, que fue encontrado el 5 de noviembre en el baño de su casa en Los Ángeles, no presentó traumatismos “potencialmente mortales”.

La madre del cantante de “I Want Candy”, Jane Carter, se negó previamente a creer que su hijo murió de una sobredosis accidental e instó a una “investigación real” sobre su muerte.

“Nunca lo investigaron como una posible escena del crimen debido a su pasado de adicción”, escribió en marzo en Facebook, junto con imágenes espeluznantes del hallazgo del cuerpo.

Aaron Carter, el telonero de los Backstreet Boy

Carter comenzó su carrera como telonero del grupo de su hermano, los Backstreet Boys, con apenas 10 años, llegando a publicar un primer álbum que fue reconocido como disco de oro.

En el año 2000, Aaron Carter amplió su producción discográfica con Come and Get It, con toques pop, música electrónica y un pop fresco. También, Aaron se destacó como actor de televisión en “Lizzie McGuire” o “Sabrina the Teenage Witch”; otros programas de tipo “reality” como “Dancing With the Stars” ; protagonizó una serie familiar sin guionizar titulada “E! House of Carters”, e incluso se prodigó en Broadway con “Seussical the Musical”.

Además, el cantante apareció seguido en programas del corazón debido a diferentes polémicas personales en las que se vio envuelto y a su fama de conquistador. El alcohol y la marihuana habían hecho que su figura se viera perjudicada e incluso perdió la custodia de su hijo Prince y entró en diversos centros de rehabilitación para tratar de superar su adicción.

También tuvo problemas familiares con el propio Nick, quien presentó una orden de alejamiento contra él en 2019 alegando que le había amenazado con matar a su esposa embarazada y a su hijo.

Tras la muerte de Aaron, Nick subió una serie de fotos de cuando ambos eran niños a su perfil de Instagram acompañada de un texto: “La verdad es que la adicción y la enfermedad mental son las verdaderas culpables de esto”. No es la primera tragedia para los Carter. Su hermana Leslie murió en 2012 por una sobredosis en Nueva York cuando tan solo tenía 25 años.

La tormentosa vida de Aaron Carter: del éxito infantil a la lucha constante contra las adicciones

En 2017, Aaron habló en un programa sobre su adicción a ciertos medicamentos. “Esta es mi realidad. No tengo nada que esconder”, dijo, mostrando una bolsa repleta de los remedios que tiene que tomar por problemas de salud mental.

Años después, el artista fue diagnosticado de esquizofrenia, trastorno bipolar, depresión maníaca y ansiedad, según contó el propio músico en una entrevista en el programa “The Doctors”. En 2019 utilizó sus redes sociales para hacer pública una cruda declaración: su hermana mayor lo violó durante 3 años.

Aaron compartió el testimonio a través de su cuenta oficial de Twitter, que acumula más de 600 mil seguidores. Allí sostuvo: “Mi hermana me violó entre los 10 y los 13 años cuando no estaba tomando sus medicamentos. Ella no fue la única que abusó sexualmente de mí, también lo hicieron dos bailarines, cuando tenía apenas 8. Y mi hermano -en referencia a Nick, líder de los Backstreet Boys- abusó de mí toda la vida”.

Luego de contar ese crudo relato, Aaron narró cómo trató el tema a lo largo de su vida: “He pasado los últimos 15 años yendo a terapia por abuso y violación, he pasado por muchos tratamientos diferentes, y finalmente he encontrado el adecuado. He tenido altibajos, sigo trabajando en mi salud mental y pronto no tendré que tomar nada”.

Fuente: TN.com.ar