Bolsonaro, el flamante presidente de Brasil, inicia su mandato con una Medida provisoria más que polémica: elimina a la población LGBT de las pautas de Derechos Humanos de Brasil.

En otra decisión fiel a las declaraciones homofóbicas y misóginas del ex capitán del Ejército, su flamante ministro de Educación, Ricardo Vélez Rodríguez, confirmó que se desmantelará la Secretaría de Educación Continuada, Alfabetización, Diversidad e Inclusión, que regulaba las relaciones étnico raciales. La Secadi había sido creada en 2004, durante el gobierno de Lula Da Silva, con el objetivo de fortalecer la atención especial a grupos que históricamente habían sido exclusidos de la escolaridad.