La CGT se mostró ayer en alianza con los movimientos sociales y las dos versiones de la CTA en una primera muestra de advertencia al gobierno de Javier Milei frente a sus anuncios de recortes generalizados y eventual cercenamiento de derechos laborales. Lo hizo en un acto en el que prestó su sede para la asunción de las nuevas autoridades de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP, una suerte de sindicato de informales) y donde aprovechó, en boca de Pablo Moyano, para llamar a los gobernadores del PJ a sumarse a la eventual resistencia contra medidas de ajuste.

El de ayer fue el mayor acto institucional del PJ desde el triunfo electoral de La Libertad Avanza. Congregó a todas las centrales sindicales con el Consejo Directivo de la CGT a la cabeza, a la dirigencia social todavía oficialista y a funcionarios afines como los ministros Raquel “Kelly” Olmos, Walter Correa y Andrés “Cuervo” Larroque, un exreferente de La Cámpora y actual miembro del gabinete de Axel Kicillof.

La comunión entre sindicalismo tradicional y piqueteros es un slogan que de manera cíclica vuelve a tomar fuerza y que instaló por primera vez en 2016 Gerardo Martínez (albañiles, UOCRA) en el congreso de CGT que alumbró una nueva conducción vía triunvirato. Desde entonces hubo instancias -en particular, las perjudiciales en términos políticos- que apuntalaron los vínculos entre ambos sectores y proliferaron los actos, movilizaciones y protestas compartidas. Nunca, sin embargo, se llegó a avanzar hacia una fusión que contemplara la entrada a Azopardo 802 de directivos de organizaciones sociales por derecho propio para acudir a la mesa de deliberaciones.

Ayer sin embargo se concretó una foto de alto impacto político. El escenario del salón Felipe Vallese contó con dos de los secretarios generales de la CGT, Héctor Daer y Pablo Moyano (Carlos Acuña no estuvo pero envió un mensaje) como anfitriones de las nuevas autoridades de la UTEP: estaban el secretario general entrante, Alberto “Peluca” Gramajo, y su antecesor, Esteban “Gringo” Castro, y también participaron Hugo Yasky, titular de la CTA de los Trabajadores, y Hugo “Cachorro” Godoy, su par de la CTA Autónoma, junto a otros directivos de esas organizaciones. Debajo se encontraban buena parte del Consejo Directivo de la CGT así como Emilio Pérsico, Juan Grabois y Fernando “Chino” Navarro, del Movimiento Evita, entre otros.

Todos los discursos tuvieron como eje común una advertencia a Milei frente a sus primeras posibles medidas de gobierno. El camionero Moyano prometió expresarse “en la calle pronto cuando (la nueva administración) empiecen a sacar leyes o proyectos en contra de los trabajadores”. El dirigente aprovechó para advertirles a los gobernadores del PJ: “vamos a ver qué van a hacer cuando los empresarios empiecen a apretar al gobierno nacional. Vamos a ver si están con los trabajadores o con los empresarios”. Y se atajó al decir que los mandatarios partidarios no podrán esgrimir como excusa para no pronunciarse “que están apretados por la obra pública (que Milei prometió amputar) o por la coparticipación”.

Daer, a su turno, pidió ponerle freno a una eventual ley “ómnibus” de achicamiento general del Estado, con privatizaciones y recortes drásticos en el gasto público, “para que no sea un ómnibus que pase por arriba de los trabajadores”. De paso fustigó a Mauricio Macri, cuya reaparición de la mano de Milei “tiene que ver precisamente con la frustración de no haber hecho desaparecer a los sindicatos y a las organizaciones sociales”, evaluó.

Mientras que Gramajo estrenó su investidura al frente de la UTEP con un lamento: “hemos hecho un sacrificio enorme para tratar de que no gane Milei y que Sergio Massa sea nuestro Presidente; parte de nuestro pueblo no nos acompañó porque tuvimos un gobierno complicado”. Y ensayó una autocrítica al señalar que desde la recuperación de la democracia los gobiernos fallaron a la hora de “modificar la realidad” popular.

La UTEP se presentó años atrás como sindicato de trabajadores informales, una pata más de la central de organizaciones sociales CTEP que cuenta con el Movimiento Evita como brazo político y otros movimientos en su estructura como la Corriente Clasista y Combativa, Barrios de Pie, el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y el Frente Popular Darío Santillán.

Fuente: Àmbito financiero