El ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, encabezó este lunes en Casa Rosada un encuentro con el coordinador de Proyectos Especiales Internacionales de la empresa israelí Mekorot, el argentino Diego Berger, reunión que sirvió para dar continuidad a la agenda de trabajo bilateral trazada tras la misión desarrollada por funcionarios argentinos en ese país de medio oriente.

Según se informó oficialmente, el titular de la cartera de Interior anunció la celebración de un convenio de colaboración entre las partes para poner en marcha "un masterplan con el foco puesto en la gestión inteligente del agua en la Argentina".

En el encuentro, el titular de la cartera de Interior resaltó la necesidad de hacer un uso racional del agua, a partir de los límites impuestos por las consecuencias del cambio climático.

"Con el cambio climático se puede observar que cada vez tenemos más período de sequía, junto con períodos de lluvias que producen inundaciones. Argentina presenta una geografía tan grande que tenemos dos tercios de territorio árido, pero muchas regiones poseen potencial productivo, en tanto otras presentan exceso de agua", analizó De Pedro.

En ese sentido, planteó que "existe tecnología adecuada para desarrollar reservorios subterráneos y de superficie", pero afirmó que la cuestión hoy "es poner en discusión cómo usar el recurso estratégico del agua, así como la coexistencia tanto de su uso humano como para la producción".

Berger, por su parte, habló de la experiencia israelí: particularmente de la tecnología hídrica, desarrollada en ese país para sortear los límites de una región desértica, algo que contrastó con la "abundancia" de América Latina.

El funcionario de Mekorot, recordó que "Israel nació y creció bajo la cultura de la escasez, mientras que América Latina lo hizo en el marco de la cultura de la abundancia", razón por la cual resaltó la necesidad de que esta región también "se adapte a la cultura de la escasez", en virtud de las consecuencias del cambio climático.

"El manejo del agua potable se ha transformado en un problema. Antes no se percibía, ya que las transformaciones son lentas, pero el cambio climático vino a empeorar la situación", subrayó Berger, quien añadió que "no todo se resuelve con tecnología, sino que también debe haber una gestión adecuada del recurso hídrico".

Presente en el encuentro, la presidenta de AySA, Malena Galmarini, se refirió al trabajo que viene realizando desde la empresa para completar su Plan Director, "luego de cuatro años de haber quedado prácticamente suspendido".

"Hoy estamos construyendo 2.500 kilómetros de redes, tanto de agua como de cloacas", detalló Galmarini, quien insistió en "seguir trabajando para recuperar el valor del agua".

Pidió además "poner al agua en el lugar que le corresponde" para "reconocerla como un subproducto primario, y empieza a valorizarse como una commodity".

"Tenemos la responsabilidad de transportar este recurso de una franja a otra de la Argentina para que todos y todas tengan acceso al agua, y también poder llevarla a otros países del Cono Sur", destacó Galmarini.

Durante la misión que encabezó con ministros y gobernadores a fines de abril, de Pedro había visitado la planta Eshkol, que comanda Berger, situada en la Baja Galilea, que filtra 1,7 millones de metros cúbicos de agua al día con tecnología de punta.

Del encuentro realizado este lunes también participaron el vicejefe de Gabinete, Jorge Neme; la secretaria de Provincias del Ministerio del Interior, Silvina Batakis; el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; el secretario General del Consejo Federal de Inversiones (CFI), Ignacio Lamothe, y el administrador del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa), Enrique Cresto.

Fuente: Télam