Morir por hambre. En la localidad bonaerense de Merlo un confuso y trágico suceso tuvo lugar en las últimas horas, en el cual un joven fue ejecutado a balazos. Los seres queridos de la víctima culpan a un quintero, a cuya propiedad accedió la víctima para extraer una planta de acelga, que sería su cena, y la de su familia, puesto que no contaba con recursos para comprar alimento alguno.

El propio acusado reconoció el hecho a la progenitora del chico, pero a pesar de ello continúa en libertad, impulsando el enérgico pedido de justicia de su círculo íntimo.

A las 20 del último domingo, Braian salió de su vivienda, en el barrio Matera de Merlo, rumbo a un terreno, situado a doscientos metros. Allí el joven, de 20 años, ingresó con el fin de "sacar una planta de acelga, como hacemos muchos acá, para comer, porque no tenía qué preparar de cena".

"Él era muy humilde, y vivía con su novia y los hermanitos de esta, de 4, 6 y 8 años. No podía soportar que las criaturas se fueran a dormir sin alimentarse", señaló Marta, tía del muchacho, a "Crónica".

Sin embargo, jamás regresó, lo cual motivó que su pareja alertara a la mamá de Braian respecto de su ausencia. En principio sus seres queridos estimaron que él se hallaba en la ciudad de Buenos Aires recorriendo con su carro las calles para recolectar cartones y demás desechos reciclables.

No obstante, su progenitora se dirigió al mencionado campo, que no está perimetrado, y fue recibida por el propietario. Este inmediatamente le reconoció que "lo lamento mucho, señora. No hay nada para hacer. Vaya a la comisaría y hablé con el comisario". Una confesión que desencadenó la angustia en la mujer, quien expresó: "¿Qué le hiciste? ¿Qué le hiciste?".

Invadida por la desesperante incertidumbre, al arribar a la seccional policial le confirmaron sus horribles presunciones. Braian estaba muerto. Aunque hasta el momento no le especificaron las causas de muerte, a pesar de que "el quintero le dijo que le disparó porque era de noche y pensó que alguien iba a entrar a robar a su casa. No fue porque le sacó una mísera planta de acelga, porque los vecinos solemos hacerlo".

En consecuencia, tras ser notificados del deceso, los seres queridos se hicieron presentes en el lugar del hecho con el afán de exigir justicia.

Al respecto, Marta manifestó que "al no decirnos nada las autoridades fuimos al campo a prender fuego los accesos para que detuvieran al dueño. Pero al revés, está con custodio".

Por si fuera poco, "no nos dicen dónde está el cuerpo. Se contradicen. Es horrible porque no sólo cargamos con el dolor de no tenerlo más, sino de no saber cómo lo mataron, por qué murió y ni siquiera podemos despedirnos de él".

Fuente: Crónica