En la madrugada del día de ayer, Facundo Burgos de 11 años recibió un disparo en la cabeza  que le causo la muerte, en medio de un tiroteo efectuado por parte de efectivos policiales en la ciudad de San Miguel de Tucumán.

En el tiroteo también fue herido un adolescente de 14 años, quien sufrió lesiones por el roce de un proyectil y estuvo hospitalizado el día de ayer pero que ya se encuentra fuera de peligro.

Según indican las primeras versiones, los chicos se encontraban corriendo picadas junto a otras dos motos. En ese contexto, la policia intervino, inició una persecución hasta la vieja terminal de la ciudad. Allí comenzó un tiroteo en el cual Facundo Burgos recibió un impacto de bala en la nuca y murió.

Los dos policias que se encontraban demorados por la muerte de Facundo fueron puestos en libertad. Tras prestar declaración a la fiscal Adriana Giannoni, esta no encontró indicios de que se tratara de un caso de "gatillo fácil".

Sin embargo y según indicarían las primeras investigaciones las balas con que fueron heridos los menores fueron disparadas por los policías.

El comisario Francisco Picón, subjefe de la Policía de Tucumán dijo a Cadena 3: "Cuando la Policía le da la voz de alto emprenden la huída. Cuando giran y los policías hacen lo mismo, son recibidos por disparos de arma de fuego de las motos".

En la foto, un pibito de once años, tucumano, fusilado de un disparo policial. Fue ayer, en Tucumán, en la zona de El Bajo. ¿Importan los detalles? ¿Sirve apuntar la versión policial (la única que se difunde siempre, por otro lado? ¿Le interesa a alguien subrayar que ni siquiera la policía pudo justificar el disparo porque ni Facundo, el pibito que recibió un tiro en la cabeza, no los otros pibes que andaban con él moto, estaban cometiendo ningún delito? ¿Interesa saber que “desoyeron la voz de alto” o saber por qué la desoyeron, en un país donde los pibes pobres son el enemigo número uno del estado y de sus fuerzas de “seguridad”? ¿Acaso alguien puede contarnos qué se puede construir en un país que balea a sus pibes en la calle? ¿Quién se atreve a justificar a un Estado asesino de niños, manejado por una gestión de gobierno que aplaude a criminales con uniforme y los elogia públicamente, que alienta descaradamente a la policía a disparar primero y preguntar después? ¿Alguien tiene alguna duda que muchos miserables, en muchas zonas del país, festejan la muerte de un pibito de 11 años de un disparo en la cabeza? ¿Qué clase de “delito” se castiga en el mundo con un tiro en la cabeza? ¿El delito de ser pibe, de ser pobre, de ser negro, de andar caminando por el barrio o de andar en moto? ¿Qué se puede proyectar en una patria que naturaliza la imagen de un pibito de 11 años, desangrándose en la calle? 
Once años. Once años tenía Facundo. Un policía, un asesino a sueldo del Estado lo mató. Sí, señor indignado porque una vez le afanaron el celular: un asesino del Estado que usted financia a través de sus impuestos. Un asesino que ya se ganó un lugar entre los “justicieros” de un país que celebra el fusilamiento de un pibe o, al menos, lo naturaliza. ¿O qué? ¿Qué estaba haciendo Facundo y sus once años, y su gorrita, y su pobreza, y sus ganas de vivir, y sus amigos, y su historia de exclusión o de hambre, en la zona donde la policía es el brazo del terror de un estado criminal. ¿Dónde hay lugar para los pibes en el país que les dispara por la espalda, en el país que celebra al asesino y estigmatiza con su discurso de racismo, odio y xenofobia al “otro”, al pibe, al negro, al pobre, al que no llega, al que no se parece al tránsfuga que sale en la tele anunciando ajuste y miseria para todos y para todas. ¿Qué hacemos ahora, sin Facundo? ¿La bala que lo mató era de un policía o lo mató la bala de los medios fogoneando el odio racista, o lo mató la bala de los funcionarios que aplauden a los criminales, o lo mató la bala de un gobierno que hambrea y excluye y discrimina, o lo mató la bala de los vecinos del privilegio, que sonríen porque hay “uno menos”, o lo mató la bala de los indiferentes, de los que naturalizan crímenes como el de Facundo, de los que sólo se preocupan por ellos, de los que nunca levanta la voz ni molestan a nadie ni piensan que pertenecen a un colectivo de personas? ¿Qué bala le arrancó la vida a Facundo? ¿Qué país pensamos, ahora, sin Facundo?