Este lunes se confirmó la peor noticia: el fallecimiento de Mariana Ditzel. Tenía 30 años recién cumplidos, era de Comodoro Rivadavia y se encontraba internada en Buenos Aires a la espera de un trasplante de corazón.

Estaba primera en la lista de espera a nivel nacional debido a la urgencia de su cuadro, ya que sufría de miocardiopatía dilatada no compactada. 

La llegada de un medicamento desde Canadá - que se encuentra discontinuado en Argentina - era una de las esperanzas para seguir con vida, mientras continuaba a la espera de un corazón. 

Si bien estaba previsto que llegue el miércoles, tras largos días de espera, en la jornada de este viernes llegó el medicamento indicado. Dolorosamente, ya sería tarde: a esta altura, la situación era "irreversible".

Los médicos le había afirmado a los familiares de Marianita que más allá de la llegada del medicamento, seguía siendo urgente el trasplante porque hace mucho tiempo está conectada a una máquina ECMO.

El sistema de Oxigenación por Membrana Extracorpórea o ECMO, por sus siglas en inglés, es un equipo de ventilación mecánica que permitía  realizar la función respiratoria y limpiar la sangre de la mujer, mientras que los pulmones permanecían menos activos.

Sin embargo, la propia familia de Mariana había adelantado que la situación "estaba más delicada", al haber coágulos en el pulmón derecho que drenaban y aparecían de nuevo, según detallaron.

"En estas condiciones hoy no puede recibir un órgano por la infección, sería muy riesgoso.  Los coágulos son controlables. Hay que controlar la infección para volver a estar en condiciones de que reciba un órgano", habían explicado.

Miles de personas se unieron a la difusión del caso de la mujer comodorense que alcanzó cada rincón del país, y se espera que sirva para tomar conciencia de acá en adelante, teniendo en cuenta la frase: "Los órganos no van al cielo".

Fuente: ADNSur.com.ar