Raíces, la ONG que se quedó sin padrinos políticos de peso; además su figura clave pierde contratos con la Ciudad y podría enfrentar juicios

Con apenas 7 socios, la asociación civil de Lugano recibió del gobierno porteño un predio de 2.000 metros cuadrados, con salida a dos calles, en una de las zonas más caras de ese barrio. Sin embargo, el derrumbe de los referentes del PRO en el Sur porteño lo cambia todo. Raíces contó siempre con el padrinazgo del legislador Maximiliano Sahonero y el titular del Instituto de Viviendas de la Ciudad (IVC), Juan Maquieyra, dos de los grandes responsables de la derrota del partido fundado por Mauricio Macri en las comunas 4 y 8. Para colmo, Alejandra Edith Páez, secretaria e impulsora real de la ONG, viene de ceder contratos de su constructora Kopar S.A. por falta de idoneidad técnica; además podría enfrentar procesos penales porque su constructora arrastra  incumplimientos de contrato y conflictos con otras empresas. 

Una ONG que dice tener 15 años de trayectoria, pero en la Inspección General de Justicia (IGJ) aparece sólo con una asamblea de socios en el 2018; apenas 7 socios, que sin embargo le alcanzan para que el Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) le entregue un terreno de 2.000 metros en la mejor zona de Lugano, que estaba previsto para construir viviendas o escuelas; un legislador del PRO -Maximiliano Sahonero- que la impulsa y aparece en su video institucional; una secretaria -Alejandra Edith Páez- que en el mismo video ostenta un título universitario que no tiene, y es dueña de una empresa de obra pública que en el 2019 acumula varios incumplimientos. Más allá de las figuras penales que podrían corresponderle a los miembros de la “Asociación Civil Grupo Comunitaria y Educativo Raíces”, la conclusión es obvia: su crecimiento artificial (mucho terreno para tan pocos socios y acciones sociales) responde a un padrinazgo político.

Como se contó en una nota anterior de Letra P con todos los detalles (https://www.letrap.com.ar/nota/2019-10-9-15-3-0-raices-la-mini-ong-beneficiada-con-mega-regalo-del-gobierno-porteno), el padrino político de la ONG es Maximiliano Sahonero, legislador del PRO de origen humilde y fundador de la murga y asociación civil “Los Bohemios de Lugano”; mientras que el firmante del enorme favor -el terreno con salida a dos calles- fue Juan Maquieyra, titular del IVC. En definitiva, dos de los grandes perdedores del PRO en la última elección.

Para colmo, la verdadera madrina de la ONG, y formalmente secretaria de la misma, arrastra más problemas que soluciones en el segundo semestre del 2019. Además de disputas con antiguos socios, que por ejemplo le hicieron pedir resarcimientos por obras que no realizó en Provincia de Buenos Aires, tuvo que ceder contratos que su constructora Kopar S.A. tenía en Capital Federal. Por ejemplo, uno por $ 15 millones para mantener la infraestructura eléctrica de la Villa 15. Tras reiterados incumplimientos, y una “sugerencia” de Gabriel Salas, titular de la Unidad de Gestión de Intervención Social (UGIS), Páez terminó resignando contratos que realizará finalmente una cooperativa de buena relación con este funcionario. “Salas pudo haberse excedido, pues corrió a Kopar aún a espaldas de sus jefes políticos, para favorecer a una cooperativa amiga; pero también es cierto que la empresa de Páez viene mostrando falta de solvencia técnica, y parece que ella no sabe cómo encaminarla”, le contó a Minuto de Cierre una fuente que conoce todas las minucias de la obra pública porteña. Su visión sobre lo ocurrido entre Salas y Kopar fue refrendada ante este medio por otras dos fuentes. 

Padrinos políticos que pierden elecciones

Si la secretaria y factotum de Raíces arrastra muchos problemas este año, la situación no es mejor para sus padrinos políticos, Maximiliano Sahonero y Juan Maquieyra. Sobre todo, si se toman en cuenta los resultados electorales en el Sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). En la Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), el triunfo general de Horacio Rodríguez Larreta sobre Matías Lammens fue de 46,2 a 31,8%. Sin embargo, la tendencia fue opuesta en el Sur de la Ciudad. En la Comuna 4 (La Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya), el candidato del Frente de Todos obtuvo un triunfo por 5 puntos: 40,4% a 35,4%. Mientras en la Comuna 8, donde tiene su sede Raíces (esa comuna abarca Lugano, Villa Riachuelo y Soldati), la diferencia a favor de Lammens fue tan abrumadora como sorprendente: 45,8 a 30,2%.

Con estos resultados en el Sur, y la preocupación por un derrumbe aún mayor de Mauricio Macri en la Nación, y su efecto de arrastre, el jefe de Gobierno porteño “intervino” el comando electoral dedicado al Sur de la Ciudad Autónoma. Salieron del escenario Juan Maquieyra, así como sus aliados zonales (Sahonero entre ellos); y se dejó todo en manos principalmente del vicejefe de Gobierno Diego Santilli, con alguna colaboración del entonces ministro bonaerense, y próximo jefe de bancada en Diputados, Cristian Ritondo.

“Por lo menos Santilli y Ritondo te generan algún respeto. Sabemos que a ellos no les podemos hacer las mismas picardías que a otros. Conocen el territorio y tienen su fuerza de choque, a diferencia de los yuppies como Maquieyra”, se lamentó un referente de La Cámpora en Villa Soldati luego de las PASO, cuando todavía confiaba que Lammens llegaría a enfrentar a Rodríguez Larreta en un balotaje.

Sin embargo, el resultado de las elecciones definitivas fue una sorpresa hasta para los más optimistas de Cambiemos: más de 20 puntos de diferencia, 55,6% a 35% en favor de Rodríguez Larreta sobre Lammens. El corrimiento de Maquieyra, Sahonero y compañía; junto a la entrada en escena de Santilli y Ritondo, arrojó resultados muy positivos en las comunas 4 y 8. El Frente de Todos volvió a ganar en ambas, pero por un margen mucho más escaso. En La Boca, Barracas, Parque Patricios y Pompeya la diferencia se redujo a apenas 150 votos, pasando de 5 puntos porcentuales a solo décimas. Mientras que en los más sureños Soldati, Lugano y Villa Riachuelo, los casi 16 puntos de diferencia se achicaron a 10: 50% a 40%.

Alejandra Edith Páez, la falsa ingeniera industrial que cobra más de lo que construye 

En el posicionamiento político de la ONG Raíces, aunque figure como secretaria y no presidenta, la figura clave es Alejandra Edith Páez. En el video institucional de la asociación civil con más metros cuadrados que acciones concretas, esta mujer se presenta a sí misma como ingeniera industrial, un título universitario que en realidad no obtuvo. “Raíces puede cubrir las necesidades que esta zona de la ciudad no tiene”, afirma, con escasa facilidad de palabra. Y agrega, sobre su ONG: “Puede ser un lugar que le da, a esos muchos que tienen pocas posibilidades, de acceder a algo que les puede transformar la vida, transformar lo que parecía imposible”.

Por este simple video, Páez podría enfrentar una demanda de usurpación de título, similar a la que dañó para siempre la carrera política de Jorge Telerman, quien se declaraba ingeniero cuando en realidad es técnico químico. Si Páez sigue peleando con competidores y antiguos socios, esta es una carta que tienen bajo la manga.

Por otra parte, esta mujer nacida y criada en Villa Lugano es la dueña de Kopar S.A., una de las constructoras de obra pública de mayor experiencia en obras de infraestructura, especialmente en villas y barrios de emergencia. Este año Kopar le facturará alrededor de $ 50 millones a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Sin embargo, como se detalló más arriba, un parte importante de ese dinero -$ 15 millones- acaba de perderla porque el funcionario más importante en el manejo de obras en villas de emergencia -Horacio Salas, de la UGIS- la desplazó de un contrato con razones técnicas probadas. Con una firma en problemas, su ONG ya carente de apoyos políticos de peso, y exponiéndose con un título universitario que no posee, los derroteros descendentes de Páez y Raíces podrían coincidir en los próximos meses.

Raíces, la ONG que se quedó sin padrinos políticos de peso
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