El corredor del norte provincial tiene más de 400 años y en su trayecto reúne postas y sitios de gran valor histórico, natural y cultural. Los primeros conquistadores españoles  provenientes del Alto Perú llegaron a lo que hoy es nuestro país  y a fuerza de andar fueron dibujando distintos senderos que, poco a poco, se poblaron de estancias, iglesias y caseríos.

Esta era la vía de comunicación más controlada y segura entre el centro político, administrativo y comercial de Lima y el puerto de Buenos Aires. Las estancias, construcciones austeras, con paredes de piedra y adobe, techos de paja y escaso mobiliario brindaban comida y alojamiento a viajeros y arrieros, a los que también ofrecían recambio de caballos.

Los encargados de las Postas eran nombrados a través de una Cédula Real, designaciones que habitualmente recaían sobre las personas del lugar que gozaban de mayor prestigio y fortuna. Funcionarios de la corona española, gobernadores, virreyes y autoridades eclesiásticas, circularon  por  ese corredor. Le siguieron misioneros, franciscanos, dominicos, mercedarios y jesuitas. También anduvieron por esos caminos comerciantes, arrieros y troperos, en mulas, a caballo, en carretas y en diligencias. Y a comienzos del siglo XIX transitaron, además, las ideas de libertad.

Llegado el período de la Independencia, estos senderos y postas fueron testigos del paso de los ejércitos de Belgrano, San Martín, Juan Bautista Bustos, Balcarce, Rondeau, Lavalle , y testimoniaron el tránsito azaroso de hombres que marcharon a la tragedia como Santiago de Liniers y su comitiva apresados y luego fusilados, Facundo Quiroga, emboscado y muerto en Barranca Yaco, y Francisco Ramírez, el Supremo Entrerriano, asesinado en el paraje de San Francisco Viejo.

El Programa de revalorización y restauración Histórica Cultural y Turística del Antiguo Camino Real llevado a cabo de manera oficial, conlleva la puesta en valor de la vieja traza, la realización de trabajos viales, señalización, construcción de plazas secas, restauración de postas y la construcción de tres centros de interpretación en  Colonia Caroya, en Villa de Tulumba y en San Francisco del Chañar que permiten, finalmente, que Córdoba pueda mostrar al mundo estos sitios realmente privilegiados.

Fuente: www.cba.gov.ar