Cuando Neymar entró en el vestuario del Rostov Arena encendió todas las alarmas en la expedición de la selección brasileña. Entró cojeando, muy dolorido y llamando a Rodrigo Lasmar, el doctor de la CBF y la persona que le operó del pie en el mes de febrero. A Neymar le dolía la misma zona afectada entonces y por un momento temieron que hubiera sufrido una recaída. En la primera exploración se vio que el brasileño sólo tenía un golpe en el tobillo, uno de los muchos que se llevó ante Suiza.

El propio doctor y Neymar le quitaron gravedad cuando pasaron por la zona mixta, aunque el 10 de la Canarinha mantenía su cojera. Respiraba aliviado, eso sí, después de que el médico le dijera que no tenía absolutamente nada. Hielo y a trabajar con normalidad.

El partido de Neymar ante Suiza, sin embargo, ha dejado muy preocupado al cuerpo técnico de la selección brasileña. Aunque no quisieron decirlo públicamente, y dejando al margen el estilo de Neymar, deslizan que Vladimir Petkovic había dado la orden de frenar a la estrella brasileña a patadas. Y se temen que va a ser el modus operandi de todos los rivales de Brasil durante el Mundial. Y hay pánico. Lo tiene Neymar, que todavía tiene miedo a las patadas en la zona lesionada, y lo tiene la CBF, harta de la cacería que sufre su jugador franquicia.

Recordaban off the record que Neymar ya tuvo que abandonar el último Mundial por una patada en la espalda durante el Brasil-Colombia de cuartos de final y que la FIFA debería tomar medidas para que no suceda lo mismo en Rusia. Aunque no van a elevar ninguna queja formal, Brasil sí que sugiere protección para su número 10 y piden a los colegiados más dureza con las amonestaciones.

Fuente: Marca.com