La madre le pide a su nena que no le suelte la mano. El uniformado dice que no tiene por qué identificarse. Están en la puerta de un colegio y todo parece una locura: el efectivo de la Policía Porteña pretende seguir cachando a niños que entran a estudiar. ¿Las razones? Ninguna en especial, ninguna que pueda presentar oficialmente.

El hecho sucedió este martes 20 de marzo, cuando un agente intentó requisar a una estudiante de 12 años, a la salida del Colegio Mariano Acosta –cuyos alumnos han sido en varias ocasiones víctimas de incursiones y amedrentamientos policiales.

El policía despertó la indignación de familiares y vecinos, quienes lo increparon que desista en su accionar represivo. Un video que se viralizó en las redes registra a una madre que le hizo frente,  señalándole sobre el final que se llevaba “a la nena a la escuela para que  no sea como vos”.

A las derivaciones de la “doctrina Chocobar” del macrismo se este tipo de irrupciones en dos escuelas porteñas. Se trata de acciones intimidatorias contra los estudiantes, dado que el primer hecho sucedió el pasado 13 de marzo, aunque tomó estado público en los últimos días: en la primaria N° 19 del Distrito 20, en Los Perales (Mataderos), un alumno de 8 años fue requisado e intimidado por un vigilante que entró armado al establecimiento, a causa de un llamado de los directivos porque a un compañero le faltaba dinero.

El policía no solo le hizo al nene un interrogatorio intimidatorio sin la presencia de sus padres –que fueron llamados luego de la requisa–, sino que le hizo quitar las zapatillas para chequear si ahí estaba el dinero faltante.

Todo esto fue denunciado por la Asociación Docente de Enseñanza Media y Superior (Ademys) durante las discusiones paritarias y la respuesta de la ministra de Educación, Soledad Acuña, fue una expresión de sorpresa, incluso cuando el hecho ya había tomado estado público y hasta existía en la Legislatura un pedido de informe al Ejecutivo.

“Sucede que la irrupción policial en las instituciones educativas se ha vuelto una política de Estado. Tales episodios se multiplicaron en 2017 tanto en las primarias y secundarias porteñas, particularmente durante las tomas del estudiantazo de septiembre contra la Secundaria del Futuro, con la entrada de agentes en varias escuelas (como el Liceo 9 y el Antonio Devoto) y el intento de hacerlo en otros –entre ellos, el mentado Acosta, que a su vez había sufrido en abril de ese año el intento policial de disolver una asamblea estudiantil”, alertan desde Ademys.