Jorge Lanata, Baby Etchecopar y Eduardo Feinmann son tres de los periodistas que llevan la bandera de lo «tradicional» y se enfrentan a ciertos cambios sociales al menos en sus discursos. El rol de ser políticamente «incorrectos» les funciona y se nota en las mediciones que obtienen en sus programas. En varias ocasiones los comunicadores han hecho comentarios excluyentes sobre las minorías en tono humorístico.

Lo mencionado, ocurrió Mientras Marina Calabró analizaba el titutar de un revista en el ciclo radia de Jorge. Entre risas la columnista expuso algunos fragmentos de una entrevista al modelo y actor Christian Sancho. En primer lugar, la comunicadora leyó: «Separado, apuesto por la diversidad sexual«. En ese marco, uno de los panelistas del programa acotó: «Cuando usted bisexual tiene más posibilidades».

«Lo voy a someter a debate porque estoy dudando sobre su fue una declaración de corrección política o una suerte de adelanto de anticipo de una suerte de elección sexual, ¿me explico la diferencia?», expresó la periodista poniendo en discusión la orientación de Sancho. Metido en le tema, Diego Leuco empezó a ponerse más picante: «No salió del closet pero golpeo la puerta».

«Eso o no quiso quedar mal con nadie entonces se mostró…», replicó Calabró. Luego, siguió leyendo los puntos destacados de la nota: «A los 45 el actor confiesa, mire que palabra, vivir el amor sin rótulos siendo fiel a sus principios. No descarta vivir un romance con alguien de sus mismo sexo». «Ah bueno, está bien. El título es: ‘Me la como y qué‘», formuló Jorge con la aprobación de su panel masculino.

«No espere, el título es ‘apuesto por la diversidad'», señaló la mujer ante las risas de sus colegas. Leuco se sumó a la hipótesis de Lanata y agregó: «Pero podría comérmela eventualmente».

«Nada que ver con salir con un hombre. Después voy a leer la nota y les confirmo. Sea cual sea la elección lo bancamos, es amoroso, un sol, una buena persona», dijo Marina a modo cierre.

Noelia Marzol y José María Muscari propusieron a Lanata para “Sex”: la columna de Marina Calabró

Fuente: El Intransigente