Con el dólar a $20,55 la unidad, y luego de que el Banco Central ponga en acto los anuncios del 28 de Diciembre vendiendo casi U$S 400 millones en una semana para retener la cotización, el esquema de tasas de interés más bajas que surge de la foto del Día de los Inocentes empieza a ajustarse con importantes sobresaltos.

Si se repasa toda la cadena de acontecimientos en lo que va del año comienza a manifestarse el verdadero sentido de los cambios anunciados en diciembre del año pasado: transformar el inevitable ajuste del sector externo, y del problema monetario, en una baja del salario real.

¿Por qué decimos esto? 

Para responder repasaremos algunos vértices del cuadro de situación:

1.    El valor de las LEBACS en circulación equivale a 11 puntos del PBI. Una bola difícil de frenar y muy costosa de pagar. Un canje que estas Letras en bonos en dólares para reducir su costo diario en intereses incrementaría la deuda pública de un modo limitante para las necesidades de financiamiento adicional del Gobierno.

2.    En estos dos meses del año, la baja de 2 puntos de la Tasa de Interés que paga el Banco Central por las LEBACS se tradujo en una devaluación del 15%.

3.    El Relevamiento de Expectativas de Mercado que hace el BCRA indica que los actores más connotados del sistema financiero ven una inflación de 20 puntos para todo el año. 

4.    La inflación de febrero estará según los consensos en el entorno del 2,5%. Viene un bimestre de aumentos de tarifas del transporte público.

5.    Las discusiones dentro del equipo económico y los rumores de cambios ya son un sainete que en la Argentina siempre es preludio de movimientos bruscos.

6.    Distintas fuentes estiman entre U$S 2800 y U$S 3000 millones las pérdidas de exportaciones de granos producto de la sequía, y aunque opere un efecto de aumento de los precios internacionales por ser la Argentina formador de los mismos, el valor de las exportaciones sufrirá una caída que empeorará el ya deteriorado balance de dólares corrientes.

7.    Ese déficit de cuenta corriente se ve seriamente presionado por crecientes pagos de intereses de la deuda, por la demanda neta para el turismo de argentinxs en el exterior y por la remisión de utilidades de las multinacionales.

8.    Estados Unidos avanza con el aumento de las tasas de interés de referencia y limita las exportaciones argentinas.

9.    No cesan las importaciones de productos finales que desplazan producción industrial nacional y los empresarios de los sectores afectados son acusados de llorones por el Ministro de la Producción.

10.    El deterioro de los precios de las exportaciones argentinas es mayor que la caída de los precios de las importaciones, y si la tendencia se mantiene va a empeorar más el balance comercial. Y además, si bien la caída de las cantidades exportadas ya viene desde el 2012, no se revirtió, y el aumento de las importaciones fue muy alto especialmente el año pasado.

11.    La única pauta que se sostiene como ley de hierro para el Gobierno es que los salarios no deben crecer más allá de los 15 puntos en agosto..

Como se ve, la política monetaria cambiaria está arrinconada, y la única respuesta que tiene el Gobierno es darle un zarpazo a los salarios. 

La reducción del salario real es uno de los pocos puntos de acuerdo que todavía se mantienen entre las corporaciones que, con mayor o menor poder de facción, dirigen el Estado.

Con los precios en escalada, tarifas que no ceden, fuertes y variadas presiones sobre el dólar, debate a cielo abierto dentro del Gobierno y escenario internacional desfavorable, sólo los sindicatos que acuerdan paritarias al 15% “ponen el hombro” para “corregir expectativas”.

Si se cumplen medianas previsiones de inflación para fin de año los salarios de esos trabajadores, por caso de Comercio, que pactan al 15%, estarán perdiendo el 6% de su poder adquisitivo. La consecuencia necesaria de eso es una caída del consumo que deprimiría el nivel de actividad.

Parece rebuscado, pero puede ser que el Gobierno intente aplacar los urgentes desequilibrios monetarios y cambiarios reduciendo los salarios, y produciendo la contracción de la economía por medio de la demanda.