Una mujer fue detenida en la ciudad de Kitengela, en Kenia, tras asesinar a puñaladas a su hija de dos años, descuartizarla y tratar de comerse algunas partes del cuerpo.

Olivia Kaserran fue procesada la semana pasada por el atroz crimen que ocurrió el 23 de abril en la casa de sus padres. No se declaró culpable y la justicia le dio 10 días de prisión preventiva mientras se investigan los hechos.

Según medios locales, vecinos alertaron a la policía tras escuchar gritos en la vivienda de la mujer de 24 años. Pensaban que delincuentes la estaban atacando cuando vieron una escena dantesca por la ventana: Kaserran estaba desnuda y apuñalaba a su hija.

También los vecinos contaron que la mujer no solo cortó el cuerpo de su hija en pedazos, sino que también se estaba comiendo las entrañas de la nena.

Cuando los vecinos lograron romper la puerta y entrar a la casa, la nena ya estaba muerta y la joven madre se desplomó, indicó el diario The Nation. La casa estaba dada vueltas y la mayoría de los muebles y aparatos electrónicos estaban destruidos. En el lugar la policía secuestró un cuchillo de cocina que Kaserran habría usado para cometer el crimen.

La mujer de 24 años fue trasladada de urgencia al hospital en estado de shock. En declaraciones a medios locales antes de ser conducida a una comisaría, Kaserran dijo que atacó a su hija “porque se odia a sí misma y ha sufrido mucho”.

La estudiante de cuarto año de Licenciatura en Comercio contó que primero quería acabar con su vida, pero que luego atacó a su hija.

“Me odio a mí misma. Sufro de baja autoestima y es por eso que maté a mi hija. He pasado por muchas cosas con mi hija”, dijo Kaserran a The Nation.

El oficial de la Dirección de Investigaciones Criminales de Kitengela, Benson Mutia, dijo que la joven madre será acusada formalmente una vez que se completen las investigaciones.

Es un incidente extraño. La interrogaremos para determinar el motivo del asesinato. También queremos saber si el asesinato fue premeditado”, dijo.

Fuente: TN.com.ar