El sábado 17 de marzo no fue un día más en la sede del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI): con la colocación de vallas y el reforzamiento de la presencia policial en el interior del predio ubicado en Villa Martelli, las autoridades avanzan en un régimen represivo contra los reclamos de trabajadores.

Las autoridades del INTI aprovecharon la suspensión de las acciones de lucha -el paro y la permanencia- para “negociar” de esta forma. Se podría decir que Javier Ibañez, presidente del Instituto, no pretende resolver el conflicto y, de hecho, los delegados reconocen que la reunión con las autoridades ha sido negativa. Sigue en el ámbito de la informalidad, ya que no hubo ningún tipo de acta y la supuesta “propuesta” que las autoridades le presentaron a la junta interna, y por la que se suspendieron las medidas de lucha, no fue tal. Ahora las autoridades han pedido nuevas condiciones, entre ellas que los despedidos no ingresen más al parque.

“Respecto a los brutales descuentos sobre los salarios, tampoco han hecho una propuesta concreta para su devolución. Quieren mantener de rehén a los salarios para ir a un desgaste del conjunto de los trabajadores y de los despedidos. Estos son los “gestos” de Ibañez y de su staff”, denuncian desde la Naranja, agrupación sindical liderada por el Partido Obrero.

“Las “negociaciones” con estas autoridades implican que los trabajadores sigamos retrocediendo en las medidas que tomamos, mientras ellos avanzan en la persecución y la militarización. Preparan las condiciones para dejar afuera a todos los despedidos y para dejar el parque regimentado. Debemos rechazar estas imposiciones patronales”, apuntan.

Este lunes, 19 de marzo, se realizará una nueva asamblea y advierten que la quieren partir: el vallado del ingreso del parque y la mayor militarización apuntan a que la asamblea general se realice sin los despedidos.