Apenas había pasado unas horas desde las salvajes críticas de Facundo Manes a Mauricio Macri y el escándalo ya tenía grandes dimensiones. Lo había acusado por el espionaje PRO y por el “populismo institucional” de su gestión. Por eso, algunos de los dirigentes más encumbrados del radicalismo se fueron comunicando entre sí para decidir qué hacer.

Muchos militantes del PRO pedían excluir al neurocientífico de Juntos Por el Cambios y el silencio del partido centenario no ayudaba a calmar las aguas: “A riesgo de que Facundo pudiese sentirse aislado, hubo que hacer una declaración partidaria”, revela a NOTICIAS uno de los armadores del radicalismo.

“El Comité Nacional trabaja cotidianamente para fortalecer Juntos, que es la única herramienta para terminar con el kirchnerismo”, dice el comunicado que publicaron el martes 4 por la mañana.

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Luego vendrían las repercusiones internas: Gerardo Morales, presidente de la UCR y posible candidato a la presidencia –lugar que se disputa con Manes-, no habló con el diputador bonaerense, pero sí lo hicieron las segundas líneas.

“La idea del Comité Nacional fue dejarle en claro a Facundo que la tensión entre los partidos de la coalición las maneja el Comité, no los precandidatos. Lo que él opina a nivel personal, no puede quedar involucrado el espacio”, contó uno de los dirigentes que sirvió de nexo dentro del radicalismo. Cerca de Manes lo defienden: “Ese comunicado lo hicieron entre poquitos dirigentes, Además, el comité bonaerense lo bancó a Facundo”. Por un momento, los cortocircuitos también hicieron saltar el disyuntor del centenario partido.

No es la primera vez que el neurocientífico provoca un cimbronazo en la oposición. Dispuesto a confrontar con el PRO para que el radicalismo deje de ser furgón de cola de la coalición, le apunta a Macri, a Horacio Rodríguez Larreta o a Patricia Bullrich sin distinción. Apenas lleva dos años en política, pero a los codazos ya logró instalarse entre los presidenciables.

BOMBA. “Hubo operadores que manejaban la Justicia y también evidencia que deja en claro que espió a gente de su propio Gobierno”, disparó Manes contra Macri. En una entrevista con LN+, el diputado indicó que el expresidente tenía “que reflexionar” porque en su gobierno hubo “populismo institucional”. Suficiente para garantizar la polémica.

La lluvia de respuestas de dirigentes del PRO se festejó hasta en la Casa Rosada. Es que mientras el oficialismo se ordena a pesar de la crisis, la oposición cruje. “Es episodio de Manes es desopilante, es para un médico psiquiátrico”, celebró el diputado del Frente de Todos Leandro Santoro.

Larreta, Bullrich y María Eugenia Vidal salieron en tándem a contestarle. Pero también el presidente de la UCR: “Ha sido un exceso”, sostuvo Morales. Los halcones de la coalición se hicieron un festín: El que trajo al neurocoso que se lo lleve”, publicó en Twitter Fernando Iglesias, parafraseando a Sergio Berni.

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“Facundo intenta ampliar el espacio. Y en ese afán, dice cosas que no termina de medir”, lo justifica uno de sus armadores. En el macrismo descreen de esa posición: “No es inocente: entiende mucho de política, y si lo dijo es porque quería”, protestan.

Los ataques de Manes despiertan debates en la oposición: “El ego lo supera”, definen algunos. Otros consideran que es una estrategia para posicionarse.

De todas maneras, Macri cree haberle sacado buen rédito a lo sucedido. Según le confesó a su círculo interno, estaba contentos por la defensa corporativa que tuvo de la dirigencia de la coalición. Le hicieron notar un dato que le causó gracia: durante dos días, el irrespetuoso hashtag #ManesPelotudo había sido tendencia. Y volvió a repetir una frase que usa a menudo para definir al neurocientífico: “¿Cómo puede ser que una persona que estudia el cerebro no pueda controlar el propio?”, le escribió a algunos de sus contactos.

La mesa chica de Manes asegura que el neurocientífico no quiere dañar la coalición, pero entiende que hay discusiones que se tienen que dar si el radicalismo quiere imponer a su candidato. “Parece que no se puede criticar a Macri”, repiten en cada café cuando les reprochan la actitud de Manes. Y completan: “Macri dijo que radicalismo es populista, Carrió cruzó a Frigerio. Ritondo le tiró a Lilita que es “tóxica”. Lousteau dijo que Larreta compra todo lo que puede comprar. Y contra el único que hacen un comunicado es contra Facundo. Explicámela”.

Lo de Manes en política es atípico. En Juntos Por el Cambio, la mayoría de los dirigentes asegurar que tienen una buena relación personal con él, más allá de que públicamente lo critiquen. Salvo Macri, con el cual no tiene contacto, los demás precandidatos hablan con frecuencia con el radical.

En medio del tembladeral, hubo una nota de color que resaltan cerca del neurocientífico: algunos dirigentes que lo fustigaron, halcones incluidos, le escribieron previamente a su celular para avisarle que se sentían obligados a cruzarlo. Cosas de la política: el que avisa no traiciona.

EN CARRERA. Manes se volcó a la política con una sola intención: ser presidente. Como se decidió durante las elecciones de medio término, tuvo que ingresar por el Congreso, pero una banca no lo completa. En su cabeza no hay otro sillón que no sea el de Rivadavia. Cree que tiene las herramientas necesarias para hacer una buena gestión, saltando la grieta.

Además, al menos por ahora, considera que el rumbo es el adecuado: “La única explicación que hay de tanto ruido alrededor de Facundo es que esté creciendo en las encuestas. Por eso lo quieren adoctrinar. Y como no viene de la política, él no tiene compromiso. Es disruptivo”, analizan con grandilocuencia a su alrededor.

El neurocientífico arrastra los pergaminos de una carrera privada exitosa. Analistas del PRO lo estudiaron en profundidad y rescatan dos cuestiones: la gente le cree, pero todavía tiene un alto nivel de desconocimiento como candidato.

Es que dentro de la Cámara de Diputados no tuvo muchas chances de mostrarse. En un Congreso virtualmente paralizado, su trabajo no fue el más profuso: es firmante de 18 proyectos de ley y ocho resoluciones, según consta en su apartado digital.

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Curiosamente, en Diputados tuvo más repercusión por una inacción que por una acción. Fue el única de los legisladores del bloque de Juntos Por el Cambio que no estampó su rúbrica en el pedido de juicio político a Alberto Fernández, luego de que el Presidente comparara al fiscal Diego Luciani con Alberto Nisman. Él argumentó su decisión en redes: “Lo que dijo el Presidente es bochornoso, pero el pedido de juicio político es una medida extrema”.

En su despacho van más allá: “Era algo muy serio para hacerlo de forma tan liviana. El Presidente hizo una declaración en TN un miércoles a la noche y el jueves por la mañana ya daba vueltas el proyecto que habían traído del PRO”, explican. Y completan: “No nos dejaron debatirlo, charlarlo, agregarle una coma. Había que firmarlo sin leer. Y Facundo no hace esas cosas”.

No fue la primera polémica: el 1ero de marzo, durante el inicio de sesiones ordinarias, ya se había diferenciado del resto de su bloque. Apenas el Presidente empezó a dar su discurso, los legisladores de la oposición se levantaron. Él se quedó sentado y esa imagen se viralizó: “Ya probamos con no escucharnos y así estamos”, dijo.

Fuera de la Cámara, Manes ya empezó una recorrida nacional. En septiembre terminó la primera etapa de 70 ciudades en una caravana de Fiat 500 ploteados con su nuevo eslogan, Empatía. En cada parada realizó al menos dos actividades: pasar por el comité radical del lugar y dar una charla en la plaza principal. La primera para juntarse con sus correligionarios y la segunda para hablarle al público en general, muchas veces no politizado.

En octubre comenzó la nueva parte de su carrera al 2023. “Hasta ahora queríamos exponer que se puede saltar la grieta. Ahora Facundo va a desarrollar su plan económico y de desarrollo”. La primera semana, al menos, el plan fracasó. Manes y su equipo se la pasaron explicando sus declaraciones televisivas y recibiendo reprimendas de sus compañeros de espacio.

Pero las tensiones no pueden durar tanto tiempo. Antes de fin de año, en la UCR quieren dirimir quién será su candidato, entre Morales y Manes, para no llegar debilitados a la pelea con el PRO, el rival interno a vencer.

Eso alarma al espacio que creó Macri, acostumbrado a liderar la oposición. Mientras algunos creen que no habrá problemas en impones a sus candidatos, otros consideran que llegar con una danza de nombres dividirá sus votos, mientras que el radicalismo irá unificado. El resultado podría poner a un dirigente del centenario partido a disputar la presidencia contra el Frente de Todos.

LA DECISIÓN. Manes ya venía coqueteando con la política antes de confirmar su candidatura, esa que lo llevó a la Cámara baja. En el 2017 fue tentado por Cambiemos para ser parte de la lista a diputados, pero no aceptó. Y en el 2019 también pensé en competir. Por aquel entonces, ya marcaba las diferencias que hoy lo hacen un candidato incómodo para la oposición. Es que no sólo señalaba al kirchnerismo. Decía que quería salir de la lógica River-Boca que planteaban Macri y Cristina.

Finalmente, l 3 de julio del 2021 reveló que daría el salto de la mano de la UCR. Faltaban tres semanas para el cierre de listas para las PASO: “Es tiempo de estar presentes”, dijo en un video.

No fue un aterrizaje suave en la política. Manes se peleó de entrada con los protagonistas de la oposición. “Espero que no se gasten los impuestos de los porteños en la campaña bonaerense”, le dijo a Rodríguez Larreta, quien impulsaba a Diego Santilli en la provincia. La tensión recién bajó cuando se cruzaron en un canal de TV. Firmaron la paz para que la campaña pudiese seguir adelante.

Su irrupción en la política estuvo marcada más por los ataques a los suyos que a los extraños. “Yo nunca fui parte de Cambiemos”, aclaraban en cada entrevista para diferenciarse de la gestión 2015-2019.

En las primarias quedó detrás de Santilli, pero sacó más de 1.250.000 votos. Hay dos formas de presentar aquel resultado. El PRO usa la más líneas: perdió. Pero su equipo asegura que agregó los sufragios necesarios para que en las generales se diera el batacazo contra el Frente de Todos, nada más y nada menos que en la provincia de Buenos Aires.

Manes sigue en modo pelea para alcanzar su utopía presidencial. “No buscar rivalizar, busca liderar”, argumentan en su mesa chica. Ni siquiera le importa que lo consideren funcionar al kirchnerismo. Está haciendo lo que creen necesario para que el PRO no lo someta en las próximas elecciones: incluso si eso significa llevar a la oposición a la cornisa.

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REPORTAJE | “MACRI PREFERIRÍA QUE VUELVA AL SECTOR PRIVADO”

Las críticas de Facundo Manes a Macri lo convirtieron en el protagonista de la semana.

NOTICIAS: ¿Se arrepiente de lo que dijo?

Facundo Manes: Cómo voy a estar arrepentido de decir que no hay desarrollo económico sin transparencia institucional. Yo digo que el kirchnerismo es infinitamente peor en términos institucionales, pero que ellos sean terribles no significa que nosotros no tengamos una deuda con las instituciones democráticas. Cambiemos vino a regenerar las instituciones en el 2015 y no lo logró. Yo estoy dentro de la coalición opositora, pero también tenemos que discutir.

NOTICIAS: ¿No cree ser funcional al oficialismo con este debate?

Facundo Manes: Al contrario. El año pasado muchos me decían que era funcional a los K cuando entré en política. Yo tenía una vida confortable y me metí en el barro porque no quería ser más un espectador. Con dos escarbadientes y en veinte días de campañas sacamos casi un millón y medio de votos.

NOTICIAS: ¿Qué opina del comunicado del Comité Nacional de la UCR tras sus dichos?

Facundo Manes: La UCR de la provincia sacó otro comunicado que sostiene que la pluralidad de voces es necesario. Además, creo que Valdés y Cornejo hablaron diciendo que el comunicado nacional no representar al partido.

NOTICIAS: ¿Estuvo cerca de romper Juntos?

Facundo Manes: De mi parte no. Yo soy de los que más hicieron por la unidad. Y pienso que no sólo hay que ganar la elección, si no después gestionar. Ya se ganó una elección y nos fue mal; yo no fui parte de ese gobierno.

NOTICIAS: ¿Su intención es ser presidente?

Facundo Manes: Mi intención es pertenecer a una generación que transforme el país. Hay muchos ex presidentes que no pueden caminar por la calle. Argentina se cambian con una transformación colectiva, con un cambio de clima de época, como pasó en el ‘83.

NOTICIAS: ¿Y cree estar capacitado para producir ese cambio?

Manes: El mundo está votando lo nuevo. Fijate lo que pasó con Boric en Chile, con Petro en Colombia, o con la derecha en Italia. Acá, las últimas elecciones fueron en contra del kirchnerismo y del macrismo. Yo tengo condiciones para inspirar a una sociedad deprimida.

NOTICIAS: ¿Pensó en volver a esfera privada?

Manes: No, nunca. Voy a estar acá hasta el final. Si no hago esto y gana Macri o Cristina, vamos a estar en una situación muy crítica.

NOTICIAS: Le doy vuelta la pregunta. ¿Cree que Macri preferiría que vuelva al sector privado?

Manes: Sí, sin dudas (risas). Pero los argentinos no.

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