El presidente Javier Milei hizo su debut en la Casa Rosada con actos a los que fueron convocados pocos invitados, con un catering austero y dando a conocer un decreto de necesidad y urgencia que reduce a la mitad la cantidad de ministerios.

Coherente con su promesa de hacer “pagar a la política” el ajuste, la primera decisión del flamante mandatario fue recortar de 22 a 9 la cantidad de ministerios de su gestión. El apuro fue tal que figuraron en el documento difundido observaciones de quienes participaron en la redacción.

La Jefatura de Gabinete es comandada por Nicolás Posse y a partir de ahora las carteras son Economía – a cargo de Luis Caputo-, Seguridad - Patricia Bullrich-, Justicia - Mariano Cuneo Libarona-, Relaciones Exteriores -Diana Mondino-, Interior -Guillermo Francos-, Salud - Mario Russo-, Defensa- Luis Petri-, Infraestructura - Guillermo Ferraro- y Capital Humano -Sandra Pettovello-.

Esta última cartera absorbe las funciones de los ex ministerios de Desarrollo Social, Educación, Trabajo, Mujeres y Cultura. A su vez, lo que fuera el ministerio de Ciencia y Tecnología pasa a depender de Jefatura de Gabinete.

Cabe señalar que el área de Energía y Minería quedaron bajo la órbita de Economía (no en Infraestructura, como se pensó inicialmente). Por su parte, Interior tiene ahora en su organigrama Turismo, Ambiente y Desarrollo Sustentable.

Los unos y los otros

Este domingo, la Casa Rosada se pobló de antiguos colaboradores de la Presidencia – desplazados en los últimos años por razones poco explicables – que recibieron al nuevo primer mandatario Javier Milei.

Convivieron con los más vinculados a la gestión saliente, que buscaban permanecer dando órdenes u observando con mirada crítica el cambio de mando. Uno de los empleados que volvió a estar activo fue el fotógrafo presidencial Víctor Bugge que vino registrando con su cámara la actividad de los primeros mandatarios desde hace 45 años. Sin embargo, fue marginado durante la gestión del ex presidente Alberto Fernández.

Para la mayoría del plantel estable de la Casa Rosada, el clima imperante es de expectativa, aunque cargada de dudas respecto a cuán duro puede ser el ajuste. Cada uno intenta imaginar que “el ajuste a mí no me tocara”, pero hay una sensación de que todos, de una manera u otra, se verán afectados. Algunos en broma, se consolaban recordando que “en una de esas no cumple lo que dice, como tantas veces”

Si bien se esperaba un crudo discurso del flamante presidente, sorprendió la dureza de sus palabras. Milei sostuvo en las escalinatas del Congreso que “Ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros”.

Agregó que “El gobierno saliente nos dejó plantada una hiperinflación, y es nuestra máxima prioridad hacer todos los esfuerzos posibles para evitar semejante catástrofe, que llevaría a la pobreza por encima del 90% y a la indigencia por encima del 50%”.

E insistió en que “No hay alternativa al ajuste y al shock. Impactará de modo negativo sobre la actividad, el empleo, la cantidad de pobres e indigentes. Habrá estanflación, pero no es algo muy distinto a los últimos 12 años. Este es el último mal trago para comenzar la reconstrucción de la Argentina”

Cuando Milei ingresó a la Casa Rosada, fue recibido -como es de protocolo- por el coronel Alejandro Guglielmi, encargado de la Casa Militar, pero llamó la atención que también lo esperara la canciller Diana Mondino. Se dieron un fuerte abrazo. Luego, el presidente se fue a su despacho, estuvo con su familia y posteriormente pasó a recibir el saludo protocolar de los mandatarios extranjeros, mientras el resto de los invitados esperaban en el Salón de los Científicos. El catering fue frugal: bebidas, algunos canapés y sándwiches.

De todas las importantes figuras del exterior que concurrieron al acto, sin dudas el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, fue el que concentró la mayor atención -conversó con Milei en más de una oportunidad- y mantuvo una bilateral. A través de sus redes sociales, Zelensky destacó que las “calles y esquinas de Buenos Aires estaban colmadas con la palabra “Libertad”. Libertad es justamente lo que nos une a la Argentina y Ucrania”.

La Casa Rosada estuvo repleta de gente de ceremonial, medios extranjeros y visitas internacionales, pero fueron menos los asistentes que en otras ceremonias. Fue notorio que no se cursaron muchas invitaciones, por caso no se vio a los titulares de las principales cámaras empresarias, solo algunos importantes hombres de negocios como Alejandro y Bettina Bulgheroni y Gerardo Werthein, nuevo embajador ante los Estados Unidos.

Mientras Milei recibía el saludo de las delegaciones extranjeras, una multitud esperaba en la Plaza de Mayo que hablara el nuevo presidente. Con ese propósito se instaló un micrófono y se hicieron otros arreglos que no estaban previstos. Cuando salió al balcón, Milei les dedicó un nuevo mensaje a los argentinos tras cantar la introducción de “Panic Show” de La Renga en medio de cánticos de “Argentina”. A diferencia, de otros actos se notó que la gente que se concentró en la Plaza de Mayo concurrió por su cuenta. Muchas banderas argentinas (que se vendían a unos 1.000 pesos) y soportaron el calor, aliviado de tanto por los Bomberos que los “mangerearon” a lo largo de la jornada.

"Les quiero dar las gracias a cada uno de ustedes por el cariño manifestado y por darnos tantas alegrías estas horas y tiene que ver con la llegada al poder del primer presidente liberal libertario. He construido mi carrera política sobre decirles siempre la verdad y eso no me juega a favor, pero prefiero decir una verdad incómoda a una mentira confortable", expresó el primer mandatario.

Y concluyó señalando “Vamos a tener que soportar un periodo de dureza, pero vamos a seguir adelante. Pongámonos de pie y volvamos a hacer grande a la Argentina. Abracemos estas ideas y vamos a ser una potencia".

En esta misma línea, Alejandro Bulgheroni dijo que esperaba que el presidente “arregle todo” y explicó “hay que arreglar la macroeconomía, cuando se arregle la macroeconomía, todo va a encajar y va a salir muy bien”. Concluyó afirmando: “si se arregla la macroeconomía, va a haber muchísima inversión”.

Jura en soledad

La jura de los ministros se llevó a cabo en el Salón Blanco y solo se permitió a cada ministro, 9 en total, invitar 10 personas. Llamó la atención, que no permitirán el acceso para la cobertura a los acreditados permanentes y que tampoco fuera transmitido oficialmente. Los argumentos oficiales fueron que era “no hay nada que festejar” que el presidente “dijo que la situación de la Argentina es crítica” y que por lo tanto “no hay nada que festejar”. En realidad, no existe una reglamentación respecto a la jura de ministros que está lejos de ser una celebración festiva, pero si un acto institucional. Se dio la insólita situación que varios secretarios de distintas carteras no pudieron ver jurar a sus jefes.

Y, una novedad fue que juró como secretaria general de la presidencia, Karina Milei. Por lo cual, se infiere que se derogó el decreto 93/2018 del gobierno de Mauricio Macri que prohibía la designación de familiares de funcionarios de alta jerarquía en la administración pública. Quienes asistieron a la jura comentaron que Milei no pudo contener su emoción.

Tras la jura de los ministros y sin tiempo de descanso Milei participó de un oficio interreligioso en la Catedral Metropolitana.Milei fue con su gabinete caminando. Los dos economistas, “Toto” Caputo y Diana Mondino aprovecharon para conversar. Finalizó la jornada con un espectáculo musical en el Teatro Colón.

Para este lunes está prevista la primera conferencia del vocero presidencial, Manuel Adorni, a las 8 horas. Posteriormente está prevista una reunión del gabinete nacional en la Casa Rosada. Se estima que entre el martes y el miércoles venideros se conocerán parte de las medidas económicas.

Un dato que agregan en el entorno presidencial es que el primer mandatario no va a ir hasta dentro de 15 días a la Quinta de Olivos. Seguirá atendiendo en el Hotel Libertador, dado que necesita seguir viendo gente para ir armando equipos y, en tal sentido, evaluó más conveniente permanecer en el microcentro porteño.

Este lunes comenzará formalmente la gestión de Javier Milei, y la difícil tarea de reducir el gasto público, que a priori el presidente habría solicitado una reducción de personal del orden del 20%.

Se aplicará el criterio de que los cargos políticos deben cesar sus funciones; las designaciones efectuadas en los tres meses anteriores a la fecha de la terminación del mandato del gobierno de Alberto Fernández serán revocadas, según pudo saber Ámbito. Asimismo, se examinarán los últimos pases a planta permanente y, no se renovarán los contratos de personal (aunque seguramente esto último demandará una lectura más minuciosa ya que mucho personal de “planta transitoria” revista en esta situación desde hace más de dos décadas.

Fuente: Àmbito financiero.