Desde que el coronavirus surgió en Wuhan, China, equipos científicos de diferentes partes del mundo comenzaron a trabajar para analizar las cepas que están en circulación. Un estudio sugiere que la cepa dominante de los Estados Unidos podría haber mutado a una versión más contagiosa que la original.

Según indicaron investigadores del Laboratorio Nacional de Los Alamos, administrado por la Universidad de California, la nueva cepa que comenzó a extenderse por diferentes partes del mundo, incluidos Canadá y los Estados Unidos, podría convertirse en la dominante mundial de la enfermedad a finales de marzo.

Los científicos tratan de determinar qué es lo que ocurrirá con el coronavirus cuando llegue el verano al hemisferio norte. En el caso que no disminuya, se cree que podría mutar aún más y limitar potencialmente el efecto de las vacunas que se encuentran en desarrollo y son la esperanza para ponerle freno a la pandemia.

“Estas son noticias difíciles”, dijo la bióloga Bette Korber, quien es integrante del equipo de científicos de Los Álamos. Sin embargo aclaró que no es tiempo para desanimarse y que su equipo logró documentar la mutación y su impacto en la transmisión gracias al esfuerzo global de personas infectadas que se ponen a disposición de la ciencia.

Al mismo tiempo los investigadores decidieron advertir sobre la mutación y calificarla como una “preocupación urgente”, debido a que hay más de 100 vacunas en proceso de desarrollo y si las cepas cambian podrían causar problemas para contener la pandemia.

Por su parte, en China, científicos de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad de Pekín y el Instituto Pasteur de Shanghai publicaron un informe en el que se indica que existe un tipo de coronavirus más agresivo en el  70% de las cepas analizadas, mientras que el 30% restante era menos contagioso.

Fuente: CNBC