"La verdad es que a mí en la escuela me enseñaron que dos más dos es cuatro. No puedo entender que con esta inflación, con la baja en las Asignaciones Universales por Hijo (AUH) y con un deseo de aumentar los sueldos solo al 15%, la pobreza haya bajado. Me gustaría que alguien me explique cómo puede ser", fustigó el padre Francisco “Paco” Olivera, uno de los denominados “curas villeros”.

El religioso, quien trabaja en la Isla Maciel, de la provincia de Buenos Aires, salió así al cruce de los datos que diera ayer el propio presidente Mauricio Macri: "A mí nadie me puede decir que bajó la pobreza porque yo veo cómo la gente está desesperada, busca trabajo y no puede ni siquiera arreglar la puerta de su casa", escribió en una columna de opinión publicada por Página12.

Los números del Indec reflejan que en el segundo semestre del año pasado el 25,7 por ciento de los argentinos vivía en la pobreza, lo que significa una reducción de casi cinco puntos respecto del periodo anterior. Pero el cura Oliveira advierte que hoy "la gente ya no puede pagar las tarifas y muchos no tiene ni siquiera los 7 mil pesos" que el mismo Instituto considera necesarios para no caer en la indigencia.

Con todo, y mientras Macri pasa sus mini vacaciones de Semana Santa en la costa, el cura villero sostuvo que "hay más y peores pobres, y eso se nota en nuestros barrios" porque, por ejemplo, "en los comedores continuamente aumenta la cantidad de gente que se anota, ya sea para comer o para llevarse la vianda".

"Con los aumentos en el gas... ¿A cuánto se va a ir la garrafa? ¿700, 800 pesos? No es posible que una familia que consume dos garrafas al mes tenga que invertir 800 pesos sólo para cocinar", concluyó.