Tras el femicidio de Valeria Leoncino, la joven que fue asesinada de tres tiros frente a sus amigas en la ciudad de Concordia, Entre Ríos, una compañera de trabajo de la víctima contó cómo fueron sus últimos momentos y dio precisiones sobre la relación que tenía con Carlos Passarella, el hombre que la mató y luego se suicidó.

“Nosotras salimos de trabajar juntas. Íbamos caminando para el mismo lado y nos despedimos en una esquina”, comenzó su relato Florencia. “Cuando llegué a mi casa, ella me mandó un mensaje diciéndome que esta persona [en referencia a Carlos Passarella, el femicida] la estaba esperando abajo”.

Como Florencia vivía cerca de Valeria, enseguida se dispuso a ir a su casa. “Le pregunté dónde estaba y la llamé. Me dijo que al momento de ver a Carlos, estaba dentro de su casa. Le dejé en claro que yo ya iba en camino. Fue ahí cuando me avisó que dos amigas más también estaban en camino y se cortó la llamada”, narró a continuación.

En el camino, Florencia volvió a comunicarse con Valeria. “Mientras conversábamos por celular, llegaron sus dos amigas”, recordó. Sobre el motivo de la visita de Passarella, dijo que “él venía a buscar unas cosas”. ”Él le había regalado e instalado una cortinas cuando ella se mudó. Tenía también una computadora que le pertenecía”, explicó Florencia.

“Tarde unos siete minutos en llegar a la casa. Ahí me encontré con la Policía y con mi amiga tirada ya en el piso”, dijo.

Sobre el femicida, que se suicidó tras el crimen, dijo que “tenía solamente una relación de amistad” con Valeria, aunque Passarella quería más: “Era una persona que era obsesiva. Ella dejó en claro que nunca iba a haber más que una amistad. Él jamás lo supo entender. Hasta la familia tuvo que involucrarse”.

Florencia aclaró que la joven de 25 años sospechaba de las intenciones de Passarella. “Ella sabía que le podía hacer daño. Incluso, me contó que cuando él bajó del auto, llevaba consigo un bolso chiquito. Me dijo: ‘No sé que puede llegar a tener ahí. Estoy temblando. Estoy asustada’. Me dijo que ‘quiere sus cosas, pero voy a esperar a las chicas’”.

Florencia dio también precisiones sobre la secuencia del femicidio. Según dijo, Valeria estaba bajando las pertenencias de Passarella con la ayuda de sus amigas. Entonces el hombre aprovechó la apertura del portón, “forcejeó, entró y fue directo a Valeria y la asesinó”.

Pasarella gatilló tres veces -dos en el pecho y uno en la cabeza- frente a las amigas. “O estás conmigo o no estás con nadie”, le habría dicho el asesino a la víctima antes de ejecutarla, según indicaron fuentes cercanas a la investigación.

Luego, “se subió al auto lo más tranquilo, marchó, hizo unas dos tres cuadras y se suicidó”. En cuanto a las otras chicas, “se asustaron y salieron corriendo a pedir ayuda”.

Florencia contó que Valeria había realizado una denuncia ante la Fiscalía contra una persona que se hacía pasar por ella en redes sociales y difundía fotos íntimas.

“Mi amiga Valeria fue a la Fiscalía y no le creyeron nada. Había hecho una denuncia contra una persona que le había creado un perfil falso. Dentro de este perfil había fotos íntimas de ella, que había conseguido hackeándole el celular. Además, leía diariamente todas sus conversaciones con familiares y amigos”, denunció.

Al principio sospechaban de un chico con el que había salido, pero “con el tiempo, nos dimos cuenta de que se trataba de Passarella”. “Él era quien le leía todas las cosas, la seguía, sabía dónde estaba y con quién estaba. Con esa información, ella intentó hacer nuevamente la denuncia y la secretaria de la Fiscalía dijo que no podía denunciar a una persona y cambiar a otra”, agregó.

Y se lamentó: “Valeria llevó nombre, fotos, capturas, conversaciones y nadie le creyó. Y ahora mi amiga está muerta”.

Sobre Passarella, dijo que parecía alguien “amable y servicial con familia y con amigos”. “En un principio, nadie de nosotras sospechaba nada de él. Siempre fue muy atento y estaba ahí para lo que necesitaras. Lo lo conocí personalmente. Hemos compartido alguna charla en algún momento”, agregó.

También contó que Passarella le dio trabajo a Leoncino en un momento en el que se había quedado sin empleo. “Le ofreció trabajar con él. Valeria le dijo que no, que no quería trabajar con él. Pero como él tenía dos negocios por separado, le dijo que podía trabajar en el otro, donde operaba una mujer. Cuando Valeria se dio cuenta de que le leía todo, la seguía, ella decidió renunciar y después de un tiempo pasó lo que pasó”.

Este jueves, con motivo del Día Internacional de la Mujer, familiares y amigos reclamaron justicia en la Plaza 25 de Mayo y frente a la Jefatura de Policía.

Fuente: TN.com.ar