Un vaso de agua no se le niega a nadie pero si el grifo se abre en la provincia de Buenos Aires puede traer más problemas que soluciones. Según un informe reciente, el 70% del territorio bonaerense sufre de una alta contaminación de arsénico en el agua.

El Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), junto a la ONG NutriRed, difundieron un mapa que revela la distribución del arsénico en el agua de la provincia que gobierna María Eugenia Vidal y lo que podemos ver a es que esta problemática afecta mayormente al centro, norte y Conurbano bonaerense; aunque tampoco es ajeno al sur y a localidades costeras.

"En términos de área geográfica la presencia de arsénico englobaría aun 70% de la provincia. Lo que pasa es que hay zonas más focalizadas que otras, como el corredor de la Ruta Nacional 5. Entre los distritos más afectados están Mercedes, Chivilcoy, 9 de Julio, Carlos Casares, Bragado y Pehuajó", explicó uno de los directores del ITBA Jorge Stripeikis, en diálogo con la Agencia DIB.

Las mediciones advierten de porcentajes altísimos en localidades como Pergamino (0,053 mg/l); Suipacha (0,154 mg/l); Junín (0,086 mg/l); O’Higgins (0,237 mg/l), en el distrito de Chacabuco; Santos Unzué (0,063 mg/l), en 9 de Julio; Tres Algarrobos (0,055 mg/l), en Carlos Tejedor, y Banderaló (0,348 mg/l), en General Villegas. Aunque el conflicto también aparece en el partido de La Costa (0,681 mg/l) y en Copetonas (0,138  mg/l), Tres Arroyos.  

Desde ABSA, la empresa que distribuye agua a 79 distritos del interior, garantizan que se construyeron plantas de abatimiento de arsénico en Carlos Casares (para este ese municipio y para Pehuajó) y 9 de Julio.