El caso de Lucio Dupuy conmovió a todo el país. El niño de 5 años fue asesinado a golpes por su mamá Magdalena Espósito Valenti, y su entonces novia, Abigail Páez, que no solo le pegaban sino lo torturaban y hasta abusaban. Ambas fueron condenadas a cadena perpetua.

Durante 2021, el niño fue al Jardín de Infantes Nucleado (JIN) N°7 de Santa Rosa, en La Pampa, a la salita de 4. El lugar quedaba a a 20 minutos a pie desde su la casa donde padecía el mismísimo infierno.

En las conversaciones por WhatsApp, descubrieron que a la madre y su pareja les preocupaba que en Jardín las maestras se dieran cuenta de los moretones del pequeño.

Pero, en Jardín las autoridades nunca se percataron del horror que padecía el niño. Pero su maestra de música estuvo unos días antes del crimen y reveló cómo fue el último día de Lucio en el colegio.

La docente indicó que ese jueves 25 de noviembre de 2021, Lucio le reveló que había comido chocolate en la casa de un amigo y que luego había vomitado sangre, pero que “estaba bien”. La maestra les mostró videos en celular a los niños y luego realizó un ejercicio de relajación que consistía en tomar aire por nariz y boca, luego recostarse.

Al finalizar el ejercicio, Lucio le reveló que le dolía la espalda, dijo la mujer en la sala del Tribunal de Audiencias. La maestra le pidió al pequeño que se quedara sentado. Recordó que Lucio miró al resto de sus compañeros, todos tendidos en el piso y Lucio se acostó de costado. “Los saludó con puñitos”, dijo la maestra sobre cómo terminó su día con él.

Además, la maestra contó: “nunca vio a Lucio decaído, con sueño, siempre entraba con una sonrisa, nunca lo vio golpeado. Se destacaba en la clase, era mediador con sus compañeros y activo”.

“Lucio se integró al Jardín a principio de año cuando arrancaron las clases, en marzo, no recuerda el día; se integró bien era un grupo en el que a ninguno le costó la integración, era año de pandemia”, sostuvo y añadió: “No hubo actividad con la familia”.

“Era un nene súper dulce y súper bueno, muy buen compañero, hablaba bien, tenía buen vocabulario, contaba cosas cotidianas, los intercambios dan lugar a que diga qué hacía el fin de semana, era muy inteligente, era el que más se destacaba del grupo, dibujaba bien y entendía la consigna”, indicó sobre el comportamiento.

Ahora, sobre la madre contó: “Generalmente lo llevaba y lo buscaba su mamá, en pandemia no tuvieron muchas reuniones ni contacto, sí por WhatsApp, fue cuando enviaban actividades y las mandaban por WhatsApp, después organizaron una vez por semana por Zoom, Lucio generalmente la hacía y las pasaba por WhatsApp, las hacía bien”.

Siempre que faltaba, la madre avisaba. Era uno de los que más asistía, ya que durante la pandemia los niños faltaban mucho, aunque no se entregaban certificados médicos”, reconoció.

Fuente: A24.com